Ciudad de México. Aunque los servidores de la nación son contratados directamente por la Secretaría de Bienestar (SB), y por esto deberían contar con las garantías laborales básicas que ofrece el gobierno, muchas de sus condiciones de trabajo son precarias y no se apegan a lo que establece la ley.
Afirmaron lo anterior ex trabajadores y empleados en activo, quienes señalaron que muchos derechos no se cumplen o sólo se respetan de forma parcial, en función de la cercanía que cada persona tenga con sus coordinadores.
En condición de anonimato, por temor a represalias, los servidores de la nación consultados señalaron que aunque la entidad que los contrata es directamente la SB, a través de la delegación de cada entidad federativa, los convenios que les dan no son por tiempo indeterminado, sino siempre por tres meses, de lo cual no se informa con anterioridad a los candidatos al puesto.
Para obtener el trabajo, indicaron, no se hacen exámenes ni se cubren algunos requisitos específicos, sino que “los agarras por líneas políticas, cuando te has acercado a algún candidato o funcionario y él te invita a laborar”.
El sueldo, explicaron, es de unos 9 mil 700 pesos al mes antes de impuestos, el cual en muchas ocasiones se ve aminorado porque los propios trabajadores deben pagar el costo de alimentos y transportes, pese a que la ley indica que hay un fondo de viáticos que se les debe entregar para cumplir sus labores en campo.
“Los contratos dicen que son jornadas de ocho horas, con 40 horas semanales, pero con las campañas de programas sociales y de vacunación, a veces trabajamos sábados y domingos y son jornadas súper pesadas de hasta 15 horas”, denunciaron los quejosos.
Por lo que respecta a las vacaciones, el contrato establece que tienen derecho a un periodo cada seis meses; “sin embargo, eso sólo se da a los de los clanes y a sus consentidos (los responsables del equipo de trabajo). A los demás, nos dan cada año y son 15 días hábiles”, expresan.
Según los trabajadores o ex colaboradores consultados, no se respeta el derecho al reparto de utilidades y el aguinaldo se entrega “por separado: una parte en diciembre y otra en enero, aparte de que te retienen el pago de las quincenas del último mes”.
De igual forma, no hay apoyos especiales para comprar útiles o implementos médicos. Además, “los vales de fin de año, de gasolina o de pasajes nunca llegan y no hay liquidación al terminar la relación laboral. Sólo hasta lo que te pagaron, y después, te dicen que te vaya bien”.