Profesores frente a grupo y directores de educación básica afirmaron que la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, denominada Ley Usicamm, “se ha convertido en el verdugo de los maestros, no sólo porque perpetúa las condiciones de precariedad laboral, sino porque es calca de la Ley del Servicio Profesional Docente (LSPD) del sexenio pasado, con la que se dejaron intactos los controles clientelares para la asignación de plazas”.
Luego de que la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, asegurara el pasado martes ante integrantes de la Comisión de Educación del Senado, que entre los cuatro grandes rubros de acción de la secretaría a su cargo está “fortalecer la transparencia y procesos en la asignación de promociones” de docentes en servicio, por lo que se establecieron mesas para “analizar todas las reglas que establece la Usicamm”, los educadores apuntaron que “no hemos sido convocados, pese a las insistentes quejas, pues hay miles de maestros afectados”.
En entrevista por separado, Pedro Hernández, dirigente del magisterio disidente en la Ciudad de México, y Francisco Bravo, integrante de la dirección política de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, y director de primaria, coincidieron en que la Ley Usicamm “es una versión de la LSPD, pues la antigüedad del educador deja de ser un elemento para generar derechos y todo se regula por la meritocracia, y no a partir del esfuerzo permanente que realizan los profesores frente a grupo”.
“Plazas, en el papel”
Hernández destacó que la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, que encabeza la ex diputada Adela Piña Bernal, “se ha visto rebasada por los protocolos de ingreso y promoción. Tan sólo en la Ciudad de México, expuso, tenemos a 270 compañeros que fueron seleccionados con la Ley Usicamm para su basificación, “lo cual no se ha concretado pese a que los obligaron a renunciar a su cargo como profesores interinos”.
Bravo destacó que, a la fecha, “no existe ningún estudio que demuestre que la meritocracia es el mejor mecanismo para elegir a los docentes y que esto beneficia a la educación, al contrario, lo que vemos en las escuelas son directores y supervisiores sin experiencia que están generando problemas en las comunidades académicas”.