La AFL-CIO (Federación Estadunidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales, siglas en inglés), mayor central obrera estadunidense, denunció que persiste “el continuo acoso e intimidación” contra los trabajadores de la planta General Motors (GM) en Silao, Guanajuato, a pesar de que hace tres meses rechazaron por mayoría el contrato colectivo cuya titularidad ostentaba el sindicato cetemista Miguel Trujillo López, documento que quedó cancelado.
Liz Shuler, presidenta de dicha central estadunidense, demandó que se permita a los obreros organizarse libremente con el nuevo sindicato que impulsaron, el Nacional de Trabajadores de la Industria Automotriz (Sinttia).
En un pronunciamiento sobre los informes de “continuas violaciones de derechos de los trabajadores” en las instalaciones de la armadora, manifestó su preocupación porque los directivos de la empresa “no se han mantenido neutrales” y dan un trato “privilegiado” al gremio afiliado a la Confederación de Trabajadores de México.
“Dan acceso privilegiado a los trabajadores de la planta y no se ha abordado el continuo acoso e intimidación a los líderes y simpatizantes del Sinttia”, señaló la presidenta de la AFL-CIO.
El gremio independiente, presentado dos semanas después de concluir el proceso de legitimación, es una organización creada por los trabajadores de la automotriz para demandar la firma de un nuevo contrato.
Fuentes oficiales indicaron que hasta el momento ningún sindicato ha solicitado la titularidad del convenio, para lo cual se requiere acreditar el respaldo de al menos 30 por ciento de los empleados.