La primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe arranca hoy. Se trata de un “evento sin precedente”, pues no sólo es episcopal; es decir, además de congregar a obispos y cardenales de la región, también participarán laicos, religiosas, diáconos, seminaristas y novicias. Se espera a unos mil asambleístas, la mayoría de ellos participarán de manera virtual, debido a la pandemia.
La sede del encuentro presencial es Casa Lago en Cuautitlán Izcalli, estado de México, pero el acto inaugural será en la Basílica de Guadalupe. Allí, Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo metropolitano de Trujillo, titular de la Conferencia Episcopal Peruana y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), oficiará una misa de apertura a las 11 horas.
En sus redes sociales, Cabrejos invitó a la feligresía a participar en la transmisión de la ceremonia religiosa. En un video en Twitter, asegura que en la reunión de una semana reafirmarán el compromiso de ser una “iglesia misionera y sinodal”, como lo ha solicitado el papa Francisco.
Análisis tras 14 años
Un escrito del Celam establece que a 14 años de la quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida, Brasil, “todavía existen grandes asimetrías en lo que respecta al poder económico, político, social y cultural”, lo cual “disminuye las posibilidades de la comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas para acceder a una vida en condiciones dignas”. Se indica que los pueblos originarios pidieron a la Iglesia católica que “defienda la vida de los pueblos indígenas y denuncia los atropellos a la Casa Común” (al planeta) y exigieron un trato igualitario, “que la Iglesia no nos mire como los ‘pobrecitos’”.
Las comunidades afrodescendientes expresaron su dolor por la “desigualdad económica, el desempleo y la falta de acceso a la adecuada atención a la salud” y manifestaron su “dolor por los fuertes rasgos de racismo y exclusión”.
“Las personas con identidades y orientaciones sexuales diversas”, expresaron que sufren por la “indiferencia y rechazo de parte de la Iglesia frente a los temas de diversidad sexual”. Sienten “desazón” porque después de cinco años de Amoris Laetitia (segunda exhortación apostólica del pontífice) “se haya avanzado muy poco, especialmente en lo referido a la formación del clero y de la jerarquía frente a la diversidad sexual”.
Ante ello, “como iglesia hemos sido llamados a escuchar estas voces y el dolor que se expresa en ellas, ya preguntarnos qué establece el evangelio frente a esta realidad”. Sobre el tema, se menciona a los espacios Padis+ (pastoral de la diversidad sexual) y “nuevas instancias eclesiales que promueven la participación laical y el respeto a la diversidad sexual”.
Se hace hincapié en que “el pueblo de Dios es diverso” y que dichas personas y sus familias requieren de acompañamiento sicoespiritual.
El lunes habrá un mensaje virtual del Papa, y también se abordarán durante la reunión temas como la migración y el Covid-19, entre otros.