Puebla, Pue. Al menos ocho personas, entre ellas tres mujeres y los comunicadores populares Alejandro Torres Xocolatl y Michel Torres, fueron golpeados, detenidos y después liberados en la comunidad de Santa María Zacatepec, pueblo en resistencia desde hace 13 años en contra de los megaproyectos en el estado de Puebla, por su oposición a la reapertura de la embotelladora Bonafont.
Los pobladores agredidos forman parte la asociación Pueblos Unidos de la Región Cholulteca y del Izta-Popo, vinculada al Congreso Nacional Indigena, que lucha contra el saqueo y la sobreexplotación del agua que provienen de los volcanes.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 10 horas de este domingo cuando salió de control la asamblea comunitaria convocada por el presidente municipal, el perredista José Cinto Bernal, con el pretexto de reabrir las instalaciones del Registro Civil que se encuentran cerradas desde hace dos años.
En la asamblea efectuada en la explanada de Zacatepec, a la que asistieron unas 200 personas, se infiltró un grupo de choque que comenzó a golpear a mujeres y hombres -en su mayoría adultos mayores-, porque pidieron al Cabildo de Juan C. Bonilla frenar la reapertura de la planta Bonafont instalada en esta comunidad.
Fue entonces que intervino la policía estatal y municipal para detener a Alejandro y Michel Torres, quienes fueron esposados, subidos a una patrulla y liberados una hora después del zafarrancho.
Desde el pasado 8 de agosto, habitantes de 20 pueblos de la región tomaron las instalaciones de la embotelladora que pertenece al Grupo Danone para impedir que continuaran con la extracción del agua que proviene de los veneros de los volcanes, donde hay alrededor de 90 pozos que abastecen a 5 mil familias.
Alrededor de las 12:30 horas, los pobladores agredidos dieron una rueda de prensa que transmitieron a través de redes sociales para responsabilizar de los hechos violentos al alcalde de Juan C. Bonilla, José Cinto Bernal.
El comunicador Alejandro Xocolatl acusó al presidente municipal de criminalización y persecución política en contra de los defensores ambientales, tras exhibir que los únicos golpeados y detenidos están ligados a la lucha social.
Por esta razón, informó que interpondrá una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado de Puebla, en contra de quienes resulten responsables.
Adelantó que también presentará una queja en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), pues dijo que, como comunicador popular, se encuentra dentro del mecanismo de protección por las amenazas de muerte que ha recibido por su activismo.
Convocó a los pueblos a estar unidos y defender el agua y la tierra de la región de los volcanes, mientras que al gobernador Miguel Barbosa Huerta advirtió que debe tomar “cartas en el asunto” debido a que si corre sangre en Zacatepec recaerá en su gobierno.
Al final, Alejandro Torres aclaró que la represión no fue por el tema de la reapertura de las oficinas del Registro Civil, sino enviar un mensaje a los pobladores que mantienen tomada las instalaciones de Bonafont a que desistan de su lucha.
A propósito, informó que el envasado industrial de agua en Zacatepec proviene de los veneros de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, lo cual provocó en días pasados el surgimiento de un socavón de más de 130 metros de diámetro.
Defendemos lo más sagrado: el agua, la vida y la tierra
En su intervención, el alcalde Mayor de Zacatepec, Leo Cinto Tepale, exigió al presidente municipal respetar los usos y costumbres de la comunidad para evitar confrontaciones.
Desde la Casa de los Pueblos -donde se efectuó la rueda de prensa- envió un mensaje al gobierno municipal y estatal en el sentido que no van a venderse ni a claudicar en su lucha; “no nos rendimos, nuestra defensa es por lo más sagrado: por el agua, la vida y la tierra”.
Sostuvo que las razones del presidente José Cinto son más profundas que reabrir las oficinas del Registro Civil, “es la venta de las tierras a las empresas extranjeras que contaminarán nuestros ríos, quiere extinguir a la residencia comunitaria y no lo vamos a dejar”.
Hizo del conocimiento que la comunidad de Zacatepec no está sola, es respaldada por los pueblos de todo el país y de otras naciones.
“No es una guerra contra la presidencia municipal, es una guerra mundial que pretende extinguir los pueblos, exterminar a la madre tierra y a todos aquellos que la defiendan”, advirtió.
Llamó a las organizaciones y colectivos solidarios a defender la vida, el agua y las comunidades, “hasta que la dignidad se haga costumbre, hasta que se devuelva una gota de agua, los pueblos unidos jamás serán vencidos”.
Santa María Zacatepec es un pueblo con una larga resistencia en contra de los megaproyectos que se organizó desde el año 2008 en oposición a la instalación de torres eléctricas de alta tensión para detonar el polo industrial en las inmediaciones al Aeropuerto Internacional “Hermanos Serdán”; después lograron desviar la ruta del Gasoducto Morelos, que iba atravesar la comunidad; frenaron la contaminación del río Metlapanapa de aguas industriales que provenían de un corredor de fábricas, y su lucha reciente es la inhabilitación de la planta de Bonafont.