Ciudad de México. Tame Impala “sacudió las almas” de los miles de asistentes al Corona Capital.
La noche del sábado la sicodelia de los músicos hizo vibrar a todos los presentes con un espectáculo electrizante, que incluyó el gran aro de luz, lásers multicolores y visuales, con las cuales la banda encabezada por Kevin Parker guió a su seguidores a un viaje fantástico, o tal vez, a otro universo.
El vocalista, quien recibió múltiples elogios e interactuó varias veces con su público, aseguró sentirse bien y condujo a su audiencia a un recorrido musical, que propició euforia y catarsis, de principio a fin. No hubo quien se resistiera al impacto de la banda australiana, la cual tuvo que cancelar su presentación en el Foro Sol en julio pasado, debido a la pandemia.
El sábado asistieron en total 59 mil 600 personas al Corona Capital, informaron los organizadores. Foto Yazmín Ortega Cortés.
El espectáculo audiovisual definido como “mágico”, “chingón”, “alucinante” dejó feliz al público, aunque hubo un grito desaforado que pidió sin cesar la rola Yes I'm Changing. La sana distancia se olvidó; los cubrebocas desaparecieron, pues el público se enfocó en cantar, bailar, beber o fumar en una abarrotada explanada, donde la convivencia fue hombro con hombro, dejando atrás el prolongado aislamiento social vivido alrededor del mundo.
Tame Impala no tuvo queja, colmó las expectativas y subió en su nave a todos los que llegaron a la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez.