Por momentos y, en muchos de los casos, los cubrebocas fueron mero accesorio olvidado y las medidas de sana distancia quedaron en el olvido. Las alegres charlas, los espontáneos bailes, los entusiastas brincos, los unánimes cantos y la interacción social resurgieron en el primer festival masivo que se realiza en la Ciudad de México, luego de casi dos años, debido a la pandemia. La primera jornada de la anhelada cita musical reunió a 59 mil 600 personas según cifra de los organizadores.
Los miles de asistentes a la 11 edición del Festival Corona Capital –que el año pasado no se realizó– confiaron en los certificados de vacunación y las pruebas de PCR que todos los asistentes presentaron, según cada caso, previo al ingreso a la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez.
En la primera jornada del festejo musical, desde la una de la tarde, fueron llegando parejas, grupos de amigos o familias, que caminaron con desenfado por cada una de las áreas verdes y diversos espacios, entre los cuales fueron montados los cinco escenarios, desde donde observaron a cada uno de los músicos y agrupaciones que se presentaron en un 20 de noviembre que hizo olvidar la contingencia sanitaria.
Después de las seis de la tarde, dichos foros lucieron saturados, jóvenes en su mayoría disfrutaron cada momento, bien comiendo algo rápido o bebiendo lo que diversas marcas y empresas ofrecen en ese gran parque de diversiones, en que parece convertirse el lugar, con todo y rueda de la fortuna, que brilla con luces multicolores por la noche.
La espera –de muchos de los asistentes– fue la banda australiana Tame Impala, que cerró la noche, encabezada por su vocalista Kevin Parker. Aunque tampoco se menospreciaron las presentaciones de Elliot Moss, Cheap Trick y Bleachers, pese a la cancelación de The Kooks, Disclosure y St. Vincent, de los principales en el cartel.
Aún en semáforo verde en la Ciudad de México, cada persona de los 59 mil 600 accedió al inmueble de Iztacalco, luego de pasar por filtros sanitarios, toma de temperatura y mostrar el certificado de vacunación contra el Covid 19 o bien una prueba autorizada de PCR.
Al interior, se quitaron los cubrebocas –primero– durante la captura de fotos, selfis así como cuando se bebía o comía algo; luego conforme avanzaba la tarde, los protocolos fueron olvidándose. Con tímidos bailes, cantos y brincos, comenzó el festival que aglutinó un buen número de espectadores con Boy Pablo, uno de los primeros en presentarse, que más tarde se convirtió en una reunión multitudinaria que ofreció un respiro ante la pandemia que impidió los espectáculos presenciales.
Este domingo, Twenty One Pilots, es el plato fuerte, aunque también los requisitos obligatorios serán tener el boleto, identificación oficial y constancia de vacunación completa. Esta última puede ser la que emite la autoridad mexicana o la prueba negativa de Covid-19, la cual debe ser de un laboratorio privado autorizado por el festival, y deberá haberse aplicado en un máximo de 72 horas.