Un grupo de integrantes de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) se manifestó ayer frente a la sede del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) para externar su apoyo a dicho organismo y demandar que éste no desaparezca o sea absorbido por otras dependencias.
“Realizamos esta acción simbólica ante la amenaza de que el Sipinna desaparezca o sea subsumido en alguna otra institución que no tenga las características ni las competencias técnicas y de diseño institucional que requiere la protección de los derechos de la niñez y la adolescencia”, subrayó Tania Ramírez, directora ejecutiva de la Redim.
La especialista recordó que el Sipinna surgió en 2014, con la Ley General de Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (LGDNNA), para resarcir la “grave y añeja deuda” que tiene el país con sus menores de edad, por lo que “ponerlo en peligro, desmantelarlo o aminorar su capacidad de acción representaría un retroceso de 30 años” en el ámbito que busca atender.
Ramírez indicó que una de las señales de que el Sipinna podría estar en riesgo es la reciente presentación de una iniciativa de reforma a la mencionada LGDNNA, ante la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, además del hecho de que el organismo ha permanecido sin titular durante varios meses y que el presidente Andrés Manuel López Obrador nunca ha acudido a sus sesiones, pese a que la ley indica que él es la cabeza de este sistema.
De igual forma, señaló que no puede argumentarse que el Sipinna sea una institución onerosa o ineficiente, pues sólo tiene un presupuesto anual de 70 millones de pesos, y ha tenido logros importantes, entre ellos echar a andar la Estrategia Nacional para la Primera Infancia y la Ruta Integral de Acción para la Niñez Migrante.