París. Decenas de miles de manifestantes marcharon el sábado por las calles de París y otras ciudades francesas para exigir una mayor acción del gobierno para prevenir la violencia contra las mujeres. Las manifestaciones se producen en medio de una creciente indignación en Francia por la muerte de mujeres a manos de sus parejas y mientras las mujeres francesas denuncian cada vez más el acoso y los abusos sexuales.

Los manifestantes marcharon en París tras una gran pancarta que decía “Basta de violencia sexista y sexual”.

“Siempre culpamos a las mujeres”, dijo la manifestante parisina Ghislaine Gireire-Revalier, al expresar su apoyo a las mujeres atrapadas en situaciones domésticas violentas. “Lo que olvidamos es el fenómeno de estar en las garras de alguien… es como una araña que te envuelve poco a poco en su telaraña”.

Los grupos que luchan contra la violencia hacia las mujeres dijeron que al menos 101 mujeres han sido asesinadas por su pareja o expareja en Francia en lo que va del año, aproximadamente una mujer cada tres días. Más de 220.000 mujeres sufren abuso físico o sexual por parte de su pareja cada año, según un estudio nacional de 2017.

Los activistas han exhortado al gobierno del presidente Emmanuel Macron a dedicar 1.000 millones de euros (1.100 millones de dólares) cada año para luchar contra la violencia hacia las mujeres, en lugar de los 360 millones (406 millones de dólares) gastados ahora, en parte para crear más refugios.

La manifestante Meryll Le Goff dijo que “hay medidas que se han puesto en vigor como un servicio de teléfono para quienes se encuentran en peligro grave”, un teléfono especial que consiste en un botón para alertar a la policía. En septiembre se desplegaron más de 2.500 teléfonos de este tipo en el país, dijo el Ministerio de Justicia.

“Pero no hay suficientes para todos”, dijo Le Goff. “Medidas a medio hacer, hombres que están detenidos temporalmente o incluso encarcelados pero que finalmente son liberados sin ninguna medida posterior… ese es el problema”.

Las protestas son parte de una semana de acciones globales que marcan el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.