Managua. El gobierno de Nicaragua formalizó ayer el proceso de salida de la Organización de Estados Americanos (OEA), luego de que el organismo hemisférico desconoció las elecciones generales del 7 de noviembre, que ganó el presidente Daniel Ortega.
“Me dirijo para notificarle oficialmente nuestra indeclinable decisión de denunciar la Carta Democrática de la OEA, conforme al artículo 143, que da inicio al retiro definitivo y renuncia de Nicaragua a esta organización”, dice la carta destinada al secretario general de la OEA, Luis Almagro, y firmada por el canciller nicaragüense, Denis Moncada.
El artículo señala que cualquier país miembro puede denunciarla mediante comunicación escrita a la secretaría general, pero deberán transcurrir dos años hasta que ese Estado quede desligado del foro, habiendo cumplido todas sus obligaciones económicas, técnicas y diplomáticas con la organización. Existe un plazo hasta el 30 de noviembre para que el Consejo Permanente del bloque vote en torno a una separación temporal o definitiva.
Moncada argumentó en conferencia de prensa que la decisión se tomó porque “la OEA está diseñada como un foro político diplomático que nació por influencia de Estados Unidos, como instrumento de injerencia e intervención”. Actuó por instrucciones de Ortega tras las resoluciones emitidas por la Asamblea Nacional, Corte Suprema de Justicia y el Consejo Supremo Electoral sobre las injerencias del organismo en Nicaragua.
La semana pasada, el ente multilateral declaró ilegítimas los comicios en que Ortega fue relegido para un cuarto mandato consecutivo en medio de duras críticas de la comunidad internacional por la detención de 39 opositores, entre ellos siete aspirantes a la presidencia. Estados Unidos, la Unión Europea y países de América Latina también rechazaron los resultados.
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, tuiteó: “Apoyamos la decisión de Nicaragua de retirarse de la OEA, que constituye una firme y digna respuesta a las maniobras del secretario general de esa organización, en contubernio con Estados Unidos, para intentar interferir en las decisiones que competen al pueblo nicaragüense”.
El ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Freddy Ñáñez, comentó que “la salida de Nicaragua de la OEA es legítima y también necesaria de cara a la defensa de su soberanía y autodeterminación. El papel injerencista del organismo mostró su peor faceta en el asedio contra Venezuela y el golpe en Bolivia”.