Montevideo. Después de una gestión de 15 años, en la que restauró la credibilidad de la selección de Uruguay, Óscar Tabárez fue cesado como técnico de la Celeste.
El entrenador no podrá dirigir más a los uruguayos, quienes tienen la complicada, pero no imposible tarea de clasificarse a la Copa de Qatar 2022. Habría sido el quinto Mundial de Tabárez, quien participó en 221 partidos, con 104 victorias, 58 empates y 59 derrotas –siendo las últimas cuatro al parecer las que le costaron más caro.
La Asociación Uruguaya de Futbol (AUF) emitió un escueto comunicado, en el que indicó que su Consejo Ejecutivo resolvió “finalizar el contrato” de Tabárez y su cuerpo técnico. “Adoptamos esta difícil decisión” por estar comprometida “la obtención de los resultados”, agregó sin anunciar un sucesor.
La actuación de la selección uruguaya ha dejado a muchos directivos deseando más. Y aunque hace unas semanas no hubo mayoría para dar el paso, cuatro derrotas consecutivas cambiaron la tendencia y buena parte del Ejecutivo de la AUF se volcó por despedir a Tabárez.
La Celeste se desplomó al séptimo puesto en la eliminatoria de Conmebol rumbo a Qatar 2022, a un punto de la zona de clasificación directa y con cuatro partidos por delante. Pero algunos dirigentes se impacientaron haciendo eco del malestar de comunicadores, redes sociales y una parte de la sociedad uruguaya.
Bajo el mando de Tabárez, Uruguay recuperó el brillo de antaño, clasificó a tres mundiales seguidos; fue cuarto lugar en Sudáfrica 2010 y quedó quinto en Rusia 2018. Además, conquistó la Copa América 2011 en Argentina.
El Comité de la AUF expresó “enfáticamente” que la decisión de cesar a Tabárez “no implica desconocer la importante contribución que hizo al futbol uruguayo”.