Montevideo. Con un golazo de Nikão, el Athletico Paranaense derrotó este sábado 1-0 al Red Bull Bragantino en Montevideo y se consagró campeón de la Copa Sudamericana en Montevideo.
El triunfo por la mínima fue ajustado en un partido sin demasiados lucimientos, pero decisivo para el equipo de Curitiba, que vistió al Centenario de rojo y negro.
“Tal vez hoy no fue un día donde atacáramos mucho, pero hicimos el gol”, dijo Thiago Heleno, capitán, y líder nato del equipo, que se coronó por segunda vez en el certamen, tras conseguirlo en 2018. “Neutralizamos al Bragantino, un equipo fuerte”… fue un día especial todo el mundo estaba bien”.
A los 29 minutos, Nikão, que peleó todo el partido y se llevó las ovaciones de sus hinchas, ejecutó una tijera cerca del área chica, tras un rebote del arquero Cleiton. El goleador del Paranaense, con seis anotaciones en el torneo, puso adelante al el Furacão e hizo estallar al Centenario.
“Es el día más feliz de mi vida”, expresó Alberto Valentim, el entrenador del Paranaense, quien fue además jugador del club en la década de 1990. “Era un sueño volver como entrenador”.
Valentim había tomado las riendas del club recién el 1 de octubre, justo después de que el equipo avanzó a la final. El conjunto rojinegro estuvo sin técnico definido desde el 9 de septiembre, tras el despido del portugués Antonio Oliveira.
“Los jugadores llegaron al final de la Sudamericana. Fue sólo una continuidad”, dijo el estratega.
Los primeros minutos corrieron sin mucha presión. El juego estuvo en el campo del Paranaense que defendió con cinco jugadores. Pasados los 10 minutos el Furacão abandonó el repliegue y comenzó a desplegar de a poco su juego, se paró más adelante, sin hacer que peligrara el arco rival.
El juego trabado incluyó una buena dosis de las pelotas aéreas. A los 19 minutos Cuello, el mediocampista del Bragantino, disparó un tiro de esquina que el guardameta tuvo que sacar cerca del ángulo, el disparo rebotó y nuevamente Cuello, desde fuera del área, hizo temblar la tribuna rojinegra.
El Paranaense no se dejó amilanar y el uruguayo David Terans, que no paró en todo el partido de distribuir el balón y tener protagonismo. Disparó cerca de la medialuna poniendo en apuros a Cleiton que dio rebote que nuevamente.
Terans volvió a patear sin conseguir su objetivo, al enviar el balón cerca del poste. A los 40, el Red Bull Bragantino, con el pie de Helinho, tuvo un par de oportunidades sobre el arco de Santos que no pasaron a mayores.
Los primeros 20 minutos del segundo tiempo fueron de ida y vuelta aunque el Bragantino, dirigido por Mauricio Barbieri, tuvo menos generación de peligro.
Nikão, distinguido como mejor jugador de la competencia, robó una pelota, eludió marcas y se escabulló por el sector derecho hasta bordear el área pero sin mayores consecuencias.
A los 65 minutos Artur, de buen partido, tuvo una linda oportunidad dentro del área pero la desperdició. El resto del segundo tiempo el Bragantino intentó, pero sin mostrarse lo suficientemente agresivo para inquietar el arco de Santos por los buenos quites de la defensa.
El Furacão buscó consolidar el resultado sin arriesgar nada, algo que Bragantino intentó aprovechar controlando el balón y tirando sus fuerzas al ataque. A los 86 Léo Ortiz tuvo una oportunidad al cabecear luego de un tiro de esquina, lo que ilusionó momentáneamente a la parcialidad Bragança.
"Lo defensivo en estos juegos decisivos y únicos es muy importante. Los jugadores se movieron muy bien en la defensa, cuando tuvimos oportunidades, es un clima caluroso, muy diferente del que tenemos en Curitiba y otras ciudades, hicimos un juego perfecto, somos campeones”, dijo Valentim.
El segundo tiempo tuvo la salida de los atacantes Terans, Renato Kayser y del defensa argentino Nicolás Hernández. En el Bragantino ingresaron Luan Cândido, Alerrando, Leandrinho, Gabriel Novaes y Jan Hurtado que intentaron oxigenar al equipo. Pero el impulso no fue suficiente.
A los 90 minutos el cántico de los brasileños era digno de campeones. No pararon de alentar ni de agitar sus colores entonando un estruendoso: “Athtlee.. tico…ooo…ooo…ooo…ooo”.
El pitazo del árbitro dejó por el piso a varios del Bragantino. Otros bajaron la mirada al piso y algunos quedaron con gesto de resignación y brazos en jarra.
La derrota “es un gran aprendizaje”, señaló el técnico de Bragantino, Mauricio Barbieri. “Con esta actitud vamos a tener muchas finales por delante y vamos a ser cada vez mejores… Las lágrimas que vemos en los ojos de nuestros compañeros demuestra carácter" y "virtudes importantes”, remarcó.
Tal vez, pero por ahora se apagó el intento del Bragantino por conquistar su primer título internacional. Apoyado por la gigante austriaca de las bebidas energizantes Red Bull, el conjunto ha despegado, consiguiendo su ascenso al Brasileirão tras una ausencia de 22 años.
Barbieri se mostró dolido, pero también confiado en su grupo y en el futuro inmediato. Remarcó que contó con “jugadores jóvenes con poca experiencia internacional”, pero destacó que es “un grupo espectacular de jugadores”, y que los avances en la Sudamericana y a nivel local son “mérito mucho más de ellos que mío”.
La contracara de esa tristeza fue el estallido de las tribunas, el saludo al cuadro de sus amores y el baile de los jugadores de Paranaense al son de unas sambas que invadieron el estadio. El Athletico Parananse, ganó como hace tres años, pero esta vez se coronó en el remodelado estadio Centenario de Montevideo, desde donde llevará la copa a su ciudad, Curitiba.
El título de “2018 fue la oportunidad de hacernos con el primer título, fue un momento muy feliz”, comentó Heleno, quien añadió que con esta nueva coronación “hemos demostrado”.
“El secreto ha sido mucho trabajo, humildad y no temer enfrentar a ningún equipo. Lo más importante es que los jugadores entiendan lo que quiere el club que trae métodos para que busquemos”.