Las negociaciones internacionales de cambio climático empezaron en 1990, pero no han llevado a un cambio importante en las emisiones de gases de efecto invernadero. México, altamente vulnerable al cambio climático requiere adaptarse porque los impactos ya están presentes, señaló Francisco Estrada Porrúa, Coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM.
Sostuvo que si se toma como base ese año se ve que desde entonces el desbalance de la energía ha crecido 60 por ciento, es lo que causa el cambio climático, y ahora el limitar el incremento de la temperatura a 1.5 grados está fuera del alcance, pero también estar por abajo de 2 grados es un reto muy grande, “se depende no de las promesas, sino de los hechos”.
En la conferencia de prensa sobre las Conclusiones y Acuerdos de la COP 26 ¿qué sigue para erradicar el cambio climático?, agregó que mientras se hablaba de reducir el uso del carbón, en esas fechas China tuvo el récord histórico de producción de carbono.
Por su parte, Ruth Cerezo-Mota, especialista en aspecto de cambio climático del Instituto de Ingeniería, en un balance de la conclusión de la pasada cumbre climática, dijo que se acordó la reducción de 30 por ciento al 2050 de las emisiones de metano y el tema de subsidios a los combustibles fósiles al cierre de la negociación quedó debilitado, porque al final se modificó el párrafo que se había acordado.
Mencionó que hubo avances sobre las reglas del Acuerdo de París de 2016, proceso que se llevó casi cinco años, y una de las mayores decepciones fue el mecanismo de pérdidas y daños, ya que si bien quedó establecido el reconocimiento de los países que más han contaminado históricamente, las afectaciones para las naciones no son las mismas.
En relación con el fondo 100 mil millones de dólares al año, que ya tendría que haber empezado, quedó como financiamiento para asistencia técnica para transición a energías limpias, para el estudio de cambio climático y para adaptación, no hay nada para mitigación, “este punto quedó corto y es parte de la justicia climática que se demandaba”.
Estrada Porrúa dijo que si el país se logran cumplir con las Contribuciones Nacionales Determinadas los impactos bajarían en 70 por ciento. Destacó que el daño anual esperado en México por inundaciones pluviales es de 7 mil millones de dólares y por inundaciones costeras es de 130 millones de dólares.