Al comparecer en el Senado, dentro del procedimiento legislativo para elegir al nuevo ministro de la Suprema Corte, Bernardo Bátiz resaltó que de llegar al máximo tribunal su compromiso es actuar con absoluta independencia sin aceptar consignas ni del presidente Andrés Manuel López Obrador ni de nadie. Resaltó que además de velar por el cumplimiento de la Constitución, de los derechos humanos y sociales en ella contenidos, otro de los principios que regirán su conducta es la defensa de la soberanía nacional y el combate a la corrupción.
Al responder a los cuestionamientos de los senadores, dio cuenta de esa autonomía, al exponer juicios, no siempre en la línea de la Cuarta Transformación.
El senador del PAN Damián Zepeda le exigió definirse sobre el aborto y Bátiz respondió que está en contra de esa práctica, pero también de que sea penalizado; defendió la democracia representativa, aunque consideró que los derechos humanos y las leyes no deben ponerse a consulta,como fue el caso de la pasada sobre juzgar a los ex presidentes de la República.
Igualmente, al ser cuestionado por la príista Claudia Anaya sobre las preguntas que la Corte debe aprobar en el caso de las consultas populares, resaltó que éstas deben ser simples, no rebuscadas ni tendenciosas. En el caso concreto de la revocación de mandato, Bátiz expuso que a su juicio, la pegunta debería ser: “¿estás de acuerdo en la revocación de este gobierno?” y ya .
Criticó que en el pasado sexenio la Suprema Corte rechazó la posibilidad de realizar una consulta sobre la reforma energética que privatizó el petróleo y la electricidad.
La mayoría de los legisladores de oposición reconocieron su amplia trayectoria judicial, pero pusieron en duda su autonomía e independencia y ante ello Bátiz resaltó que cuando fue procurador de Justicia en la administración del entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México, López Obrador, el actual Ejecutivo federal nunca le formuló recomendación alguna y cuando formó parte del grupo parlamentario del PAN, votó en contra de la decisión de la mayoría.
“No soy una persona que simplemente obedezca lo que otros deciden, si fuera ministro de la Corte yo actuaría ejerciendo plenamente mi libertad y tomando mi responsabilidad. Yo soy responsable de lo que hago”, de lo contrario, agregó, preferiría renunciar o separarme del cargo, comentó el ex procurador capitalino y actual integrante del Consejo de la Judicatura Federal.
Durante su intervención inicial, resaltó que continuará con la lucha que que se ha emprendido para erradicar del Poder Judicial el nepotismo y la corrupción. Como integrante del Consejo de la Judicatura, resaltó que le consta que se ha emprendido esa batalla a fin de mejorar las estructuras, de cerrar los vicios que permiten a jueces y magistrados imponer a familiares e incondicionales en los cargos.
Reconoció que la tarea no ha sido fácil, porque aunque hay ahora concursos de oposición supervisados algunos jueces o magistrados impulsan en otros juzgados a esposas o familiares.
En respuesta a la panista Xóchitl Gálvez, resaltó que se ha desvirtuado la Ley de Amparo, al dar entrada a infinidad de demandas y otorgar suspensiones provisionales encaminadas a frenar programas gubernamentales.
En su resoluciones, recalcó que nunca perderá de vista el cumplimiento de las leyes y la justicia a la que corresponde a las víctimas con la reparación del daño y el apoyo que requieran.