Abbotsford. La provincia canadiense de Columbia Británica declaró el estado de emergencia debido a lluvias torrenciales que, según el primer ministro de este estado, John Horgan, “ocurren una vez cada 500 años”.
Las inundaciones y deslizamientos de tierra han destruido carreteras, dejado aisladas a poblaciones de las montañas y obligado a 18 mil personas a desplazarse. El saldo hasta ahora es de un muerto y cuatro desaparecidos.
Canadá desplegó al ejército para ayudar en el rescate de la población atrapada por “inundaciones extremas” en la costa del Pacífico.
El premier canadiense, Justin Trudeau, desde Washington, afirmó que este es un primer paso de su gobierno para ayudar a que la provincia se recupere de este “terrible, desastre”. Agregó que cientos de elementos de la fuerza aérea están listos para llevar la ayuda que la población necesite.
Horgan declaró el estado de emergencia, prohibió los desplazamientos y aseguró que las lluvias “devastaron provincias enteras”, por lo que se espera que aumente el saldo de fallecidos.
Este episodio de lluvia extrema llega apenas meses después de que la provincia registró una histórica ola de calor que causó la muerte de 500 personas e incendios que arrasaron un pueblo.
“Estos sucesos están incrementando su regularidad debido a los efectos del cambio climático causado por el hombre”, afirmó Horgan.
Sin embargo, llamó a la calma. “No necesitan 48 huevos. Con 12 bastará, dejen el resto para otra persona”, indicó al reportarse compras de pánico. Los deslaves también interrumpieron las conexiones ferroviarias de la ciudad, uno de los más importantes puertos de mercancías de Canadá.
Varias carreteras se mantenían cerradas. Debido a ello, Vancouver estaba aislada del resto del país, y quienes querían entrar o salir de la ciudad tenían que cruzar primero a Estados Unidos para luego volver a entrar.
Algunos de los más afectados son los agricultores y dueños de granjas lecheras, que incluso han perdido animales que han muerto ahogados en los últimos días.
Otro punto de preocupación en la región es el puerto de Vancouver, que maneja alrededor de 3.5 millones de contenedores cada año, y que sufrió “importantes interrupciones en el tráfico ferroviario y vial” debido a las inundaciones.