Una de cada cinco tiendas cerraron en el último año y medio, a raíz de la crisis por la pandemia de Covid-19. Si bien, al inicio de la contingencia sanitaria estos comercios fueron más concurridos que las cadenas de autoservicio por miedo al contagio, al paso de los meses, el desgaste de la economía ha llevado a un cierre considerable de ellos, explicó Pedro Fernández, director general de Multipav.
En conferencia virtual, explicó que las mismas condiciones de la economía llevan a nivelar el número de establecimientos, ya que en caso de haber perdido un trabajo, la forma más fácil de autoemplearse son las llamadas “tienditas de la esquina”. Agregó que a la fecha suman un millón frente a las 20 mil unidades que tienen las cadenas comerciales de autoservicio.
Sin embargo, “con crisis y sin crisis”, los retos de las tiendas resultan los mismos. Se requiere ampliar la oferta de bienes y servicios; desde ofrecer recargas electrónicas, facilitar el pago de luz, agua y gas, hasta aceptar el pago con medios digitales, como las tarjetas de crédito, agregó.
En este punto, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes estima que con estos comercios –en su mayoría negocios familiares– se mantienen 3.5 millones de empleos en el país y redoblan su importancia en zonas rurales.
Por su parte, José Navarro, director general de Tarsus México, afirmó que la situación que viven los dueños de las “tienditas” es la principal preocupación que tienen, pues no saben si podrán sobrevivir en los siguientes meses.
“Por la cercanía a los hogares, las ‘tienditas’ fueron fundamentales para que las personas pudieran hacerse de productos de primera necesidad y el apoyo y asesoría para las pequeñas empresas del ramo es de la mayor relevancia en este momento”, dijo Navarro.