Un total de 111 trabajadores participan en el diseño de los mosaicos luminosos decorativos para las fiestas decembrinas que se colocarán en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y el edificio de gobierno, así como el adorno monumental en forma de flor de Nochebuena que se instalará en la avenida 20 de Noviembre, señaló el secretario de Obras y Servicios local, Jesús Esteva Medina.
En un recorrido por el taller de alumbrado, en la colonia Granjas San Antonio, alcaldía Iztapalapa, donde se realiza el armado de los mosaicos, en los que se utilizarán 15 mil nodos LED (diodo emisor de luz), 6 mil focos LED reciclados, así como seis toneladas de varilla y cuatro de alambrón, entre otros materiales como 26 mil metros de festón y escarcha, Esteva recordó que el año pasado no se encendió la enorme esfera amarilla que se instaló, debido a la emergencia sanitaria y con el fin de evitar aglomeraciones.
Se trata de la labor de electricistas, soldadores, herreros, diseñadores y dibujantes que realizan el boceto con gis en el piso para armar los adornos, que también se colocarán en el edificio que ocupa el Congreso local y el inmueble conocido como Mercaderes, además de otras figuras que serán instaladas en el Ángel de la Independencia y en el cruce de Paseo de la Reforma e Insurgentes.
Durante la presentación del diseño de la flor de Nochebuena como tema principal, Esteva Medina presentó a Alberto González, quien desde hace 26 años es el encargado de la realización de los mosaicos con luces que se colocan para los festejos del 15 y el 16 de septiembre, de la Revolución, de fin de año y de ocasiones especiales como la conmemoración del Bicentenario de la Independencia.
Para González, como lo llaman sus compañeros, la mayor satisfacción con el próximo encendido del alumbrado será ver la alegría de los visitantes al Zócalo: “Que a la gente le guste, que diga ¡qué bonito les quedó! o ¡qué padre se ve! Esa es mi mayor satisfacción, porque la gente es parte fundamental”, indicó.
Entrevistado en la oficina en la que colocó decenas de fotografías con los adornos de años pasados, recordó que no quería entrar a trabajar cuando su papá lo llevó hace casi tres décadas a la Secretaría de Obras, pero ahora es su mayor pasión que, dijo, “no cambio por nada”.