Editorial
La condena internacional por malas prácticas judiciales, ordenada en el caso “Lion vs. México” por el tribunal arbitral asciende a 47 millones de dólares. Como parte de los compromisos contenidos en el Tratado de libre comercio (TLCAN), los juzgadores mexicanos son evaluados fuera del país, aquí con un resultado lamentable. Para que se pudiera probar el estándar internacional de “denegación de justicia” fue necesario una cadena de errores, dolosos o culposos por parte de los juzgadores, y una labor muy estudiada por parte de los litigantes corruptos.
Para muchos no es sorpresa que existan algunos litigantes capaces de mentir con tal descaro, pero con conocimiento de los procedimientos legales, y que se orille a los juzgadores a resolver injustamente; para otros lo sorprendente es la aparente impunidad de los involucrados.
Labor judicial: comenzar a derrumbar estereótipos
Guadalupe Ortíz Blanco*
“Qué tiempos serán los que vivimos, que es necesario defender lo obvio”. Bertolt Brecht.
Qué tiempos estamos viviendo que resultó necesario que la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinara que la exigencia a la madre de adecuarse a estereotipos prescriptivos, en el sentido de que a ella corresponde de forma exclusiva y directa la labor de cuidado, vulnera el derecho humano a la igualdad y no discriminación. Considerar que por su “naturaleza”, a la mujer le corresponde en exclusiva dedicarse a las labores de cuidado tiene consecuencias negativas en su desarrollo profesional, en acceso a capacitación y mejores puestos y en la remuneración a que tiene derecho. Al conocer del Amparo Directo en Revisión 6942/2021, la Primera Sala resolvió que es indebido considerar que la madre no es la más apta para ejercer la guarda y custodia de un menor por tener una actividad profesional que demanda tiempo y esfuerzo.
El criterio me parece obvio. Al leer solo el rubro de las tesis que se redactaron pensé que eran innecesarias; sin embargo, cuando revisé el caso quedé tristemente sorprendida al saber que hoy día existen juzgadores que consideran que una mujer no tiene derecho a la guarda y custodia de su hijo, debido a que ejerce “labores jurisdiccionales” que le demandan tiempo y esfuerzo, lo que le impide atender “de manera directa y personal” al menor.
La sociedad tiene el deber de redistribuir la carga del cuidado, que no le corresponde solo a la mujer, a fin de dar auténtico valor al trabajo femenino. Bastante se exige a sí misma para cumplir con todas las cargas de cuidado que socialmente le hemos asignado, para salir, además, a desempeñar un empleo con eficiencia y dedicación.
Recuerdo que hace ya muchos años, uno de mis primeros jefes en el Poder Judicial Federal me dijo: “prefiero contratar a mujeres, porque nunca faltan, se parten en mil pedazos para atender su casa y el trabajo… y, además, no se dan cuenta de todo su esfuerzo”.
Qué tiempos vivimos en los que se desconoce el esfuerzo y vocación de la mujer y, en el que los juzgadores reafirman los estereotipos contra los que se han venido luchando por años.
“Los estereotipos abundan cuando hay distancia. Son un invento, una pretensión de que uno sabe cuándo los pasos que harían posible el conocimiento real no pueden tomarse o no están permitidos.” Bell Hooks
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“La simulación tributaria, análisis jurídico y sociológico” de José de Jesús Gómez Cotero, Edt. Themis, presenta un amplio estudio de la mexicana costumbre de eludir el pago fiscal, pero con las consecuencias fiscales y penales que ello conlleva. Ya sea que la elusión fiscal se equipare o no con el fraude a la ley, la definición en las leyes fiscales es impostergable: si bien la simulación tributaria se reguló en 2008 fue de forma limitada, con lo que se acota su efectividad.
Elemento esencial de la vida mexicana, la moral tributaria termina por imponer a la autoridad la obligación de ejercer debidamente los fondos públicos. Cuando las notas recurrentes son de corrupción e impunidad de funcionarios y exfuncionarios, la moral tributaria del contribuyente se decanta al incumplimiento, casi como una objeción de consciencia.
El análisis de las practicas fiscales elusivas en México a través de los mecanismos antielusivos resulta de notable utilidad. Un libro magnífico para los contribuyentes reacios a cumplir con sus obligaciones y para los recaudadores.
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Busque los podcasts de “Los juzgados mexicanos no son sitios que llamen al encuentro social” y “Las leyes parecen hechas para dificultar su cumplimiento” en “Literatura y derecho” de Ricardo Guzmán Wolffer en Spotify y plataformas afines.
Sugerencias y colaboraciones: agendajudicial@jornada.com.mx. https://agendajudicialricardoguzmanwolffer.blogspot.com/