A consecuencia del incremento en los flujos migratorios durante este año, se ha cuadruplicado la movilidad de niños y adolescentes, principalmente centroamericanos, a México: de enero a agosto de 2020 ingresaron 7 mil 152, cifra que aumentó a 27 mil 861 en el mismo periodo de este año. Son datos “alarmantes”, sostuvo Elisa Ortega, especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien refirió que son más “terroríficas en Estados Unidos”, donde pasó de 18 mil 839 a 118 mil 801 en ese periodo, con riesgo de deportaciones masivas.
El representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados en México, Giovanni Lepri, destacó la postura nacional de no cerrar sus fronteras en esta pandemia y mantener su apertura a solicitudes de refugio, y estimó que en 2021 la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados recibirá 140 mil peticiones, pero lamentó que ésta no tuvo incremento presupuestal a pesar de la mayor demanda, pues actualmente dos terceras partes de sus recursos dependen de aportaciones del organismo dependiente de la ONU.
En un foro sobre la situación de la niñez migrante, organizado por el IIJ, Luis Raúl González Pérez, responsable del Programa Universitario de Derechos Humanos de la UNAM, sostuvo que la pandemia agudizó las condiciones que alientan la movilidad: pobreza, marginación, violencia y economía. Con independencia del incremento en las estadísticas, sostuvo que no pueden adoptarse políticas que privilegien el enfoque de seguridad con acciones represivas o que criminalicen a migrantes, porque lejos de inhibir su movilización, la hace más riesgosa y en peores condiciones. Aun cuando reconoció el marco legal e institucional en México, González Pérez señaló que es necesario dotar de los recursos necesarios a las dependencias involucradas en la política migratoria.
La relatora de movilidad humana de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Julissa Mantilla, sostuvo que todos los países que suscribieron la Convención Americana de Derechos Humanos se comprometieron a no realizar la expulsión masiva de personas en condición de vulnerabilidad, aspecto en el cual los niños y adolescentes tienen especial atención.
Reconoció que México tuvo este año apertura al permitir una “visita virtual” de integrantes de la CIDH sobre migración, y se prepara una presencial en 2022.
Ortega explicó que el aumento de flujos de extranjeros ha coincidido con el endurecimiento de las políticas migratorias en México y Estados Unidos, donde se realizan deportaciones masivas que incluyen a los menores, quienes tienen derechos específicos de acuerdo con la Convención Americana de Derechos Humanas.
Laura Canché, de la Organización Internacional de las Migraciones, alertó que se han elevado la discriminación y xenofobia contra personas en movilidad, uno de los retos a trabajar en las “sociedades de acogida”.