Ante las condiciones en que se lleva a cabo la caravana migrante, que el 23 de octubre salió de Tapachula, Chiapas, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) llamó al Instituto Nacional de Migración (INM) y a la Guardia Nacional a atender las medidas cautelares solicitadas por este organismo desde el inicio de la movilización, para que, en caso de realizar acciones de verificación migratoria, se practiquen con respeto a las garantías, tomando en consideración la presencia de familias, menores de edad y adultos mayores, entre otros.
La CNDH también pidió atender el principio de no devolución de quienes pretendan solicitar refugio, brindando la seguridad necesaria “en condiciones dignas y adecuadas a las diversas necesidades, en los lugares de tránsito y pernocta”.
De igual manera pidió a los organizadores de la caravana –que el martes pasado llegó a Veracruz– que eviten traslados “improvisados, irregulares o inseguros que pongan en grave riesgo la integridad, seguridad y vida” de sus integrantes.
Refirió que su personal ha observado que las condiciones climáticas han sido naturalmente adversas, por lo que los migrantes optan por detener y trasladarse en tráilers con remolque de plataforma y camionetas de redilas hacia los siguientes lugares de concentración o comunidades, lo cual los pone en alto riesgo.
Expuso que los servidores públicos que acompañan la movilización (personal médico, visitadores adjuntos y sicólogos) han recabado 13 escritos de queja, han proporcionado 195 orientaciones jurídicas vinculadas a procedimientos de reconocimiento de la condición de refugiados y de regularización migratoria, además de proporcionar 136 atenciones médicas, 144 gestiones médicas y 598 jurídicas.