El sector privado de la región pidió a los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá comprometerse a acciones concretas en la Cumbre de Líderes de América del Norte, principalmente garantizando ambientes abiertos para la inversión y la correcta puesta en práctica del T-MEC.
Organismos empresariales de los tres países indicaron que en Estados Unidos y Canadá “están muy preocupados” por los esfuerzos del gobierno mexicano para reducir la competencia en el sector energético.
“Los intentos por favorecer empresas del Estado en detrimento de proveedores de energías renovables minan la certidumbre de inversiones y auguran mayores costos y menores oportunidades para los trabajadores de nuestros naciones”, señalan en un documento.
En el mismo texto destacan que al ser la primera cumbre en cinco años, el objetivo debe ser tener avances tangibles para alcanzar la visión compartida de hacer de Norteamérica la región más dinámica y competitiva del mundo.
“El comercio y la inversión entre nuestros países han contribuido de manera significativa al crecimiento económico y la prosperidad, y se estima que generan al menos 20 millones de empleos en Norteamérica. Gracias al T-MEC, hoy nuestras naciones pueden presumir una plataforma unificada de cadena de suministro desde la cual comerciamos y competimos globalmente”, subrayan las distintas cúpulas.
Desde su perspectiva, los gobiernos deben priorizar la coordinación y acciones en tres áreas específicas para explotar el potencial económico como región. Lo primero, exponen, es que se responsabilicen en cuanto a la aplicación del T-MEC para aprovechar sus beneficios y así avanzar en materia de prosperidad compartida y generación de empleos.
“Esto puede lograrse con mayor diálogo entre los gobiernos y, cuando sea necesario, acciones conjuntas de cumplimiento. Como sector privado seguiremos comprometidos con apoyar estos esfuerzos e identificar las posibles barreras de implementación”, apuntan.
Lo segundo, dicen, debe ser incrementar la competitividad de la región, por lo que es necesario garantizar ambientes de inversión abiertos y transparentes, dado que un ambiente en deterioro en cualquiera de los tres países daña la economía, seguridad y potencial de crecimiento de Norteamérica.
Además del tema energético en México, los organismo resaltan que los sectores privados de sus dos socios comerciales comparten preocupación por las interpretaciones divergentes de las reglas de origen del T-MEC, y cómo la interpretación de Estados Unidos representa riesgos para nuestras cadenas integradas de suministro.
Respecto al tercer punto, consideran que éste debe girar en el hecho de que los tres gobiernos deben capitalizar las lecciones aprendidas de la pandemia de Covid-19 y prepararse para el futuro, mejorando la coordinación en la respuesta a emergencias y alineando la definición de industrias y servicios esenciales en las tres naciones.
Asimismo, destacan, debe haber mayor cooperación en el manejo de la frontera para asegurar el flujo de tráfico comercial y de carga.