Washington. Los migrantes que fueron separados de sus hijos bajo la política fronteriza de tolerancia cero del ex presidente Donald Trump no han llegado a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos, informó un abogado de las familias el jueves, mientras él y otros activistas rechazaban las crecientes críticas a una propuesta de pagarles una indemnización.
El abogado Lee Gelernt, de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU por sus iniciales en inglés), se negó a discutir los detalles de las negociaciones o a confirmar una propuesta reportada previamente en la que se pagarían varios cientos de miles de dólares a cada una de las personas afectadas.
Pero sí dejó abierta la posibilidad de ir a juicio, en el que los padres que fueron separados de sus hijos -algunos de los cuales tenían apenas seis meses de edad- serían llamados a testificar, en caso de no llegar a un acuerdo.
“Lo único que puedo decir es que no hay un acuerdo sobre la mesa y no necesariamente tenemos un plazo”, dijo Gelernt en una conferencia telefónica.
Las negociaciones, que por lo general permanecerían privadas hasta que se finalizara un acuerdo, se han convertido en una nueva línea de ataque para los críticos del gobierno del presidente Joe Biden, quienes buscan vincular el asunto con el creciente número de migrantes que han intentado llegar a Estados Unidos desde México en el último año. Los republicanos arremetieron contra el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, esta semana cuando compareció ante la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado.
“Como pueden imaginarse, muchos estadunidenses piensan que ofrecer un enorme pago con fondos de los contribuyentes a los inmigrantes ilegales que violaron nuestras leyes es una idea bastante descabellada, en particular en medio de la crisis fronteriza de proporciones históricas que ha creado este gobierno”, declaró el senador Chuck Grassley durante la audiencia del martes.
Mayorkas refirió todas las preguntas de los senadores al respecto al Departamento de Justicia, que está a cargo de las negociaciones, aunque en algún momento refutó la idea de que un pacto alentaría a futuros migrantes a intentar venir a Estados Unidos.
Alrededor de cinco mil 500 menores de edad fueron separados a la fuerza de sus padres bajo la política de tolerancia cero de Trump, en la que los padres de familia eran separados de sus hijos para enfrentar procesos penales por cruzar ilegalmente la frontera, aun si se entregaban a las autoridades para solicitar asilo.
Trump suspendió dicha práctica en junio de 2018 en medio de una indignación generalizada, incluyendo la de varios republicanos, apenas seis días antes de que un juez ordenara el fin del programa en respuesta a una demanda interpuesta por la ACLU.
Además de negociar un posible acuerdo, el gobierno de Biden también ha estado trabajando para reunir a algunas de las familias. Se cree que hay cientos, y quizá unos dos mil padres, que fueron separados de sus hijos y aún no han sido localizados.
Las negociaciones habían progresado de manera discreta hasta que The Wall Street Journal reportó el mes pasado que el Departamento de Justicia sopesaba la posibilidad de pagarles unos 450 mil dólares a cada uno de los afectados. The Associated Press confirmó posteriormente que esa cifra había estado bajo consideración.