El hijo del Capitán Trueno es una autobiografía, “sin rencor, sin revanchas, sin dolor, donde todo se resuelve”, aseguró ayer Miguel Bosé en conferencia por Zoom ante unos 70 periodistas de Latinoamérica.
En el contenido, “lo que está, está resuelto, pues se hizo una crónica muy fiel, con mucho detalle sensorial, extremadamente honesta que cuenta no Miguel Bosé, quien recuerda y sacude a los personajes para que salgan; la narra Miguelito, Miguelón, Miguel y el adolescente. De hecho, la biografía acaba cuando me subo por primera vez al escenario y ahí, al terminar, dejo de ser Miguelito, Miguelino, Miguelón y empiezo a ser Miguel Bosé. De ese mismo momento es donde arrancará la serie” televisiva que se rodará a partir de enero y estrenará en octubre.
En ella “habrá viajes en el tiempo, hacia adelante y hacia atrás para explicar mejor lo que es Miguel Bosé, por qué llega a ser lo que es. Obviamente, uno es fruto de todo el pasado, que empieza desde el día de su nacimiento”. El artista español relata en su libro lo “inédito de su vida”, sobre todo, “lo relacionado con su padre”, pero desde los ojos del pequeño Miguelito, a quien acompaña hasta los 21 años de edad.
El relato contado en tercera persona, a manera de novela, recrea momentos, lugares y viajes; sobre todo, hace un retrato de la familia González Bosé, encabezada por Luis Miguel Dominguín, un padre todopoderoso, acostumbrado a que su voluntad fuera ley, y de “la italiana” Lucía Bosé, una madre de arrolladora belleza.
Dos personajes resurgieron “en la memoria sensorial” de Miguel: la Tata Remedios y el doctor Tamames: “Ellos fueron muy generosos en mi vida, con nosotros, con la familia y traerlos del pasado y volverlos a tocar fue emocionante”.
El Capitán Trueno, retomado de un personaje de un cómic de 1956, es como el autor llama a su padre “porque era heroico, valeroso; se aventuraba a viajes interminables, se iba para nunca volver o no se sabía cuándo lo haría. Para mí, era una imagen mítica y la canción que escribo relata muy bien la relación que teníamos. Conviene escuchar esa letra porque es complementaria al contenido de este libro”.
Bosé aseguró que al recordar la relación con Luis Miguel Domínguin, fue “sin culpa, sin rencor; las cosas al final, también surgen de manera limpia, porque están exentas de carga; el tiempo todo lo ajusta, lo encaja, lo explica, lo perdona y lo cura. Ponerse a escribir un libro autobiográfico cuando ha llegado este momento es infinitamente más bello, emotivo. Incluso puedes ahondar en las cosas malas sin tanto dolor”.
Determinación
El pequeño Miguel no perdió la autoestima, a pesar del duro trato que recibía del torero.
“Imaginen lo que ha influido, dónde estoy y lo que he hecho. Si hubiera tenido la autoestima machacada, creo que no. Había algo en mi vida, desde los siete u ocho años... ese Miguelito tuvo determinación, obviamente los golpes externos que recibía, que recibía la autoestima, de alguna manera fueron resueltos rápidamente”.
Prosiguió: “Mis padres se divorciaron y en la separación, cuando entramos a ese mundo blanco y negro terrible, ni lo pensé y dije: ‘por lo menos, ya no está mi papá para machacarme’, porque por muchas razones yo no cumplía los requisitos del heredero en aquella España; al contrario, era un niño sensible y con intereses muy diferentes”.
Sin embargo, Dominguín “tarde, ya teniendo carrera entendió y me dijo: ‘Es increíble que de todas las personas que tengo alrededor y dependen de mí, incluso económicamente, haya sido mi hijo quien levantara el vuelo y el único que jamás me ha pedido nada’. Claro, en aquel momento, eso no lo vio, pues tenía que responder a esa cosa odiosa que llaman el qué dirán”.
Agrega: “cuando me puse a escribir el libro, las heridas estaban sanadas, totalmente. De hecho, si hubiese tenido algún resquicio de rencor o algo pendiente, en el texto hubiese aparecido en proceso catártico de sanación; pero cuando comencé a escribir me di cuenta que el amor hacia mi padre y madre, a pesar de sus caprichos y excentricidades, de ambos, estaba resuelto”.
Lo cierto, agregó, “es que me reconozco cien por cien con el mundo del pasado, con los recuerdos porque ahí estuve y fui el protagonista. Es cierto que, mirándolo desde hoy, las cosas tienen otros tintes”.
El intérprete, quien nació el 3 de abril de 1956 como Luis Miguel Luchino González Bosé, finalizó: “Este libro (editorial Espasa) es para todo los fans, es imprescindible, porque había preguntas que se quedaban en el aire y aquí están respondidas: cómo se forja Miguel Bosé, por qué llega a ser Miguel Bosé y de dónde viene. Pero más allá de todo es un película, una autobiografía novelada, con datos cronológicos; está actuada y relacionada con personajes que entran y salen de esta vida mágica” como Pablo Picasso, Salvador Dalí o Sofía Loren.