Luego de dos años continuos en que el dinero para las tareas de búsqueda de personas desaparecidas de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB) creció hasta duplicarse, incluso triplicarse, para 2022 estos recursos apenas y librarán un crecimiento real de 0.1 por ciento, de acuerdo con el Presupuesto Egresos de la Federación (PEF) aprobado por diputados.
Si bien el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró a pregunta expresa que no hay “techo financiero para todo lo que tiene que ver con los derechos humanos”, los poco más de 603 millones de pesos que en 2022 irán de manera directa a la búsqueda de desaparecidos implican un gasto por persona de 6 mil 388 pesos. Eso para todo un año, para un mes son prácticamente 500 pesos.
Datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público muestran que en 2020 se hizo el, hasta ahora, único esfuerzo presupuestal para dar más recursos a la recién creada CNB. De 400 millones de pesos que tuvo en 2019, para el año siguiente consiguió más de 720 millones, cifra que se mantuvo sin cambio alguno para 2021.
Ahora, el PEF del año siguiente incorpora un presupuesto total de más de 747 millones de pesos para la comisión, incluidos los gastos de servicios personales, los de operación, así como los subsidios que al final son el recurso con el que se financian las acciones de búsqueda en campo.
Lo que en apariencia es un incremento anual de 3.8 por ciento a su presupuesto, encierra la pérdida de poder adquisitivo del dinero, al grado de que es menos que en 2020.
Los datos de Hacienda indican que además de los aumentos acumulados, se han hecho restructuraciones financieras para que el rubro de subsidios pudiera pasar de 207 millones de pesos en 2019 a 603 millones para el próximo año. Sin embargo, este recurso sólo se perfila a crecer 0.1 por ciento real respecto de 2021, mientras se tiene el pendiente de encontrar a 94 mil 508 personas.
En general, para el próximo año, la CNB verá un incremento real de 0.1 por ciento en su presupuesto, lo mismo que los subsidios que directamente implican el gasto en campo. Los servicios personales –que concentran el gasto para servidores públicos– tendrán un recorte de 3.6 por ciento y los gastos de operación aumentarán 2.3 por ciento, exhiben las partidas aprobadas.