Ciudad de México. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) manifestó que las recientes reformas a su Reglamento Interior, en las que se traslada la facultad de la elaboración de los Dictámenes Técnicos para denuncia penal de las Áreas Auditoras a la Auditoría Especial de Seguimiento, tiene el objetivo de fortalecer el proceso integral de fiscalización con objetividad, la imparcialidad, la transparencia al proceso de rendición de cuentas, además de prevenir cualquier conflicto de interés que pueda eventualmente presentar.
Luego de que el titular de la ex director del área de Cumplimiento Financiero de la ASF expresó su inconformidad con estos cambios y presentó su renuncia al cargo, la Auditoría difundió una tarjeta informativa en la que aseguró que su trabajo nunca se ha centrado en personas sino en áreas, al tiempo que defendió que este ente goza, por mandato constitucional y legal, de autonomía técnica y de gestión en relación con su organización interna.
La ASF manifestó que cuando el área de seguimiento cuenta con todos los elementos necesarios legalmente para fundar y motivar la presentación de una denuncia penal, se resuelve primero el proceso de aclaración y solventación al que las entidades fiscalizadas tienen derecho y, una vez concluida esta etapa y de ser el caso, proceder a la determinación de acciones penales, dando con ello certeza jurídica tanto a la ASF como a la entidad fiscalizada.
Agregó que “no se debe perder de vista que el área de investigación de la ASF cuenta con facultades legales para remitir expedientes a la Fiscalía Anticorrupción. Dicha área interviene de manera posterior a los procesos de auditoría en ejercicio de sus facultades”.
Señaló que la presentación de denuncias penales no es el trabajo de una sola persona o área, sino que son producto de un proceso de fiscalización integral.
Las denuncias que se presenten, añadió, “recaerán por ningún motivo en la decisión de una persona, ya que para ello se tiene un grupo de trabajo donde participa personal de las Auditorías Especiales de Cumplimiento Financiero, de Gasto Federalizado, de Seguimiento además de la Unidad de Asuntos Jurídicos”.
Aseguró que los cambios buscan “prevenir posibles conflictos de interés hacia el interior así como evitar que las áreas auditoras sean juez y parte; es por ello que se creó en 2018 la Auditoría Especial de Seguimiento lo que vino a darle mayor sentido y congruencia a las distintas etapas que componen la fiscalización superior. Únicamente quedaba pendiente lo referente a los dictámenes técnicos, que se materializó con la reforma al Reglamento Interior”.