Los extranjeros que integraban la caravana que partió el 23 de octubre de Tapachula, Chiapas, y han decidido dejarla para tramitar su tarjeta migratoria cuentan también con una CURP y tienen la opción de solicitar empleo, sostuvo ayer el director general de Coordinación de Oficinas de Representación del Instituto Nacional de Migración (INM), Héctor Martínez Castuera.
Explicó que el instituto ha otorgado hasta el momento mil 574 tarjetas a migrantes que se encuentran en 15 entidades, “con posibilidades de buscar un empleo. Yo no entiendo, entonces, cuál es el objetivo de seguir marchando, ¿querer llegar a la frontera y hacerlos saltar el muro?”, cuestionó.
Si la intención de quienes integran la caravana era no regresar a Tapachula, “pues no los vamos a regresar a Tapachula. Yo, en nombre del gobierno federal, reitero lo que el Instituto Nacional de Migración ha venido manifestando: regularizar a todas las mujeres embarazadas con su núcleo familiar, a los menores con su núcleo familiar, a las personas en estado vulnerable y su núcleo familiar, a discapacitados y adultos mayores también con su núcleo familiar”, señaló en entrevista.
El INM ha otorgado dos tipos de tarjeta: de residente y por razones humanitarias.
Martínez Castuera detalló que durante una reunión con los líderes de la caravana, les presentaron la solicitud de otorgar tarjetas migratorias a 500 personas, en particular a mujeres embarazadas, familias con hijos, adultos mayores, personas con discapacidad o en estado de vulnerabilidad, pero apuntó que las tarjetas otorgadas han triplicado la petición original.
“A mí me extraña que si el objetivo de la caravana es buscar la regularización, hoy que lo estamos llevando a cabo quieran seguir forzando a estos migrantes, exponiéndolos a la intemperie, a los cambios de temperatura, a lo agreste del terreno, y a las personas en estado de vulnerabilidad, a los discapacitados, vulnerarlos más. Quedan en estado de indefensión”, insistió el funcionario federal.