Roger Federer dijo este miércoles que se perderá el Abierto de Australia en enero y que es poco probable que regrese a la competencia hasta mediados de 2022 mientras se recupera de múltiples cirugías de rodilla.
Federer, de 40 años, añadió que estaría "extremadamente sorprendido" si pudiera jugar en Wimbledon, un Grand Slam que ha ganado un récord de ocho veces y donde se impuso por última vez en 2017.
El 20 veces campeón de torneos del Grand Slam dijo que podría volver a correr en enero y a entrenar en la cancha en marzo o abril.
"Necesito ser muy paciente y darle tiempo a mi rodilla para que sane. Los próximos meses serán cruciales", afirmó Federer a varios medios de comunicación de su país.
El suizo está empatado con Rafa Nadal y Novak Djokovic en la carrera por ser el campeón masculino de Grand Slam más exitoso de todos los tiempos.
Federer tuvo dos operaciones de rodilla en 2020 que lo mantuvieron fuera del circuito por más de una temporada y regresó a la acción en marzo, pero solo jugó 13 partidos este año.
Se retiró del Abierto de Francia en junio tras ganar su partido de tercera ronda para prepararse para Wimbledon, pero cayó en los cuartos de final en el césped londinense un mes antes de cumplir 40 años.
Otra lesión obligó a Federer a saltarse el Abierto de Estados Unidos, cuando volvió a pasar por el quirófano, y dijo que los médicos también le arreglaron el cartílago de una rodilla.
Federer no ha ganado un Grand Slam desde que se impuso en el Abierto de Australia en 2018, pero dijo que todavía espera un 'milagro'.
"Mi vida no se va a derrumbar si no vuelvo a jugar un final de Grand Slam", sostuvo. "Pero sería el último sueño, y de hecho, todavía creo en él. Creo en este tipo de milagros".