Administro una página electrónica, Posibilidades de la creación. Nació definida así: “Percepción, sensibilidad, forma, estética, arte y –en general– humanismo. La creatividad y sus procesos, el fenómeno enseñanza-aprendizaje y sus procesos”. Un poco a la manera de cierta recopilación de Paul Eluard, en ella recogemos miradas rápidas, anotaciones si no siempre imprescindibles siempre dignas de consideración. Autores diversos (muy). De algunos cercanos:
“Lo extraordinario sólo afecta al hombre ordinario, mientras que al extraordinario lo deja punto menos que impávido” (Gastón Alejandro Martínez).
“El momento que vi el tamaño de misión que es el aprendizaje universitario ocurrió mi primer día como profesora. Dije algo, no recuerdo qué, pero los ojos de mis alumnos se abrieron, como flores, ante el conocimiento” (Gabriela Bautista).
“Y creo entonces que uno deja de querer aprender a bailar y baila y uno deja de querer cantar y la voz florece y uno deja de intentar amar y el corazón hace lo propio, sin que nada de uno pueda detener el caudal de su preciosa potencia...” (Luisa González).
“Se siente un hormigueo extraño cuando, en medio de mucho ajetreo vital, llegas a la página número 100 de una nueva novela, en la que todo ha sido sorpresivo. Algo sonríe dentro de ti” (Martín Solares).
“En la poesía como en la vida, lo simple y claro es perturbador” (Patricia Velasco).
“Por poesía debe entenderse nombrar el orden, hacer conciencia de que hay cosas que de verdad son sagradas y que no debemos tocar a riesgo de nuestra propia condición humana, tenemos que darle a los dioses el lugar que les pertenece, tenemos que limpiar esos lugares sagrados donde nuestro mundo moderno arroja sus desperdicios y basura. Sólo la poesía nos ayuda a mirar correctamente dentro de nosotros mismos. Y si miramos bien hacia adentro, miraremos bien hacia fuera y encontraremos lo perdido” (Baudelio Camarillo).
“Sólo sé que por muy original que me ponga cuando menos acuerdo [la poesía] ya está ordenando el estilo al que me tengo que doblegar” (Guillermo Meléndez).
“... Es cotidiano pintar pero lo increíble de esto es que no es rutinario. Me organizo para que eso se convierta en disciplina, y la disciplina, habrá varias maneras de entenderla, pero la disciplina es darte ese tiempo para hacer lo que tienes que hacer, y si no tienes esa disciplina, pues es mejor dejar de hacerlo” (Hazael González).