El legendario Septeto Habanero, a más de un siglo de su fundación, vislumbra que “el reinado del son cubano siempre perdurará, mientras exista un sonero”.
Jaime Gracian, manager de la agrupación fundada en 1920, que inaugurará el Festival Internacional Rosario Castellanos en Comitán, Chiapas, el 2 de diciembre sostuvo: “ Y, mientras exista un sonero habrá son cubano. Este género se escucha alrededor del mundo, incluidos países tan remotos como Japón; si uno va a Venezuela, Colombia, Panamá, Puerto Rico o hasta en Rusia se baila el son cubano”.
Prueba de ello, afirmó, “es que el son, junto al mambo, el cha cha chá y el bolero son los ritmos más difundidos; en México siguen disfrutando del danzón, que es otro de los géneros cubanos más importantes de todos los tiempos”.
Pero el son cubano, subrayó Jaime Gracian, “tiene un lugar especial dentro de la música, pues cuando uno lo escucha, inmediatamente piensa en la isla; por esta razón será eterno”.
El Septeto Habanero se encuentra trabajando de manera ininterrumpida, a pesar de que la pandemia se cruzó en el aniversario de la agrupación en 2020. Los músicos, con optimismo, se preparan “para regresar a las presentaciones en vivo como será en México; lo cual nos causa gran regocijo, porque a lo largo de sus 100 años el septeto ha estado en los mejores escenarios y festivales de ese país”.
Jaime Gracian contó: “Durante el año y medio de pandemia, el Septeto Habanero no ha dejado de trabajar y se ha adaptado a los nuevos escenarios, plataformas digitales y conciertos por streaming. De hecho, la agrupación hizo seis conciertos en línea; uno fue Estamos contigo, pero también participamos en el Festival Habana Mambo y abrimos el Día del Son Cubano, que en su primera edición, realizada el pasado 8 de mayo, fue declarado este género como Patrimonio Nacional de la República de Cuba”.
A propósito de su centenario lanzan tres videoclips titulados Ciudad maravilla, Cómo está Miguel y Que se acabe el leperepe, los cuales forman parte del disco doble 100 años del Septeto Habanero, de la disquera cubana Colibrí. El álbum está dedicado a la memoria del otrora director Germán Pedro Ibáñez, con 26 temas que han sido éxitos en la historia de la agrupación.
En un breve recuento de su prolífica trayectoria, destaca que fue la primera agrupación que grabó un son titulado La maldita timidez, el cual se grabó el 29 de octubre de 1925 en Nueva York para RCA Victor.
En 101 años, ha trabajado “con éxito” en alrededor de 32 países, tiene más de 85 discos, incluyendo siete CD y ha participado en varias películas y documentales como El puerto del infierno, Esto es sabor, Las raíces del son, Carnet de bord a Cuba 52 así como en un homenaje fílmico a Benny Moret. De su extenso repertorio han grabado más de 180 números musicales como Mamá Ine, Tres lindas cubanas, Como está Miguel, Elena la cumbanchera y Papá Montero.
El son apareció a finales del siglo XIX en las provincias orientales de Cuba. En sus inicios fue muy mal visto por la sociedad de la época –sobre todo por la alta sociedad– que lo tildaba de vulgar y bajo, pero en 1920 todo cambió, con la aparición del Septeto Habanero y comenzó el reinado del son; se pusieron de moda los sextetos y septetos y con ellos temas como A la loma de Belén y Papá Montero.
Sobre la agrupación sonera más antigua de Cuba, Jaime Gracian puntualizó: “A más de 100 años de su fundación se mantiene con plena lozanía dentro de la música popular cubana, ya que pese a llevar un siglo de vida artística ininterrumpida –tanto en escenarios cubanos como extranjeros– continúa trabajando y sigue en la preferencia del público bailador”.
Mezcla de generaciones
Sobre el secreto de la longevidad, Jaime Gracian explicó que radica en que “desde su fundación, el maestro y guitarrista Guillermo Castillo decidió que el repertorio fuera compuesto, casi en su totalidad por compositores de la agrupación, cuya tradición se mantiene vigente, pues 98 por ciento de los temas son de autores que han integrado sus filas” como Gerardo Martínez, Felipe Neri Cabrera, Carlos Godínez, Pedrito Ibáñez, Emilio Moré y el mismo Gracian, entre otros.
Además “el septeto ha sido una mezcla de generaciones, cuya política de trabajo continúa hasta la fecha, pues se encuentran músicos de más de 80 años así como jóvenes talentos”.
Además el son cubano, desde su creación, “siempre ha influido a otros géneros musicales foráneos; actualmente vemos fuerte presencia en lo que conocemos como salsa, que no es más que una variante dentro del complejo de la sonística; lo cual se escucha en las congas, el bongó o el timbal, instrumentos propios del son y se encuentran en ese ritmo; lo mismo sucede con otros géneros como la timba, songo o la guaracha”.
El Septeto Habanero, “con felicidad y gratitud por mantenerse vigente y en el gusto del público”, llegará a México con su sabor y energía dirigido por el también trecero Felipe Ferrer Caraballo, El Sentimental, así como por los cantantes Digno Pérez, Juan Antonio Justiz, Osmel Fernández y Leo Limonta; en el bajo Fortino Sánchez, Adel Núñez en la guitarra, Jorge Adrián Urrutia en la trompeta y Menelao Cabezas, en bongoes.