Washington. La NASA continuará vigilando los desechos espaciales causados por la prueba rusa de misiles antisatélite para garantizar la seguridad de la tripulación de la Estación Espacial Internacional (EEI), afirmó Bill Nelson, administrador de la NASA.
“Debido a los escombros generados por la destructiva prueba rusa antisatélite (ASAT), los astronautas y cosmonautas de la EEI emprendieron procedimientos de emergencia por seguridad (...)”, destacó en un comunicado el lunes.
Nelson calificó las acciones rusas como imprudentes y peligrosas, y agregó que son “impensables” dada la larga historia de vuelos espaciales tripulados de Moscú. Expresó que estaba “indignado” por ese acto “irresponsable y desestabilizador”.
El incidente reavivó los temores de ver el espacio transformado en un campo de batalla entre las grandes potencias, ávidas de experimentar nuevas tecnologías militares.
Hasta ahora, Moscú había alzado la voz contra cualquier intento de militarizar el espacio, donde sólo Estados Unidos, China e India habían efectuado pruebas de misiles contra satélites.
Sin embargo, el experto militar ruso Pavel Felgenhauer indicó a Afp que Moscú nunca ha escondido que disponía de sistemas capaces de llegar al espacio desde la Tierra. Entre ellos figuran los sistemas de defensa S-500 y S-550.
“Rusia siempre ha dicho que está en contra del despliegue de armas en el espacio, pero no de su uso en el espacio”, precisó el experto del diario Novaya Gazeta. Sostuvo que no existe una prohibición “formal” sobre esos artefactos en el derecho internacional.
Las armas antisatélite son misiles de alta tecnología que sólo poseen algunos países. India fue la última en realizar una prueba contra un objetivo en 2019, acto criticado por Estados Unidos y otras naciones.
Estados Unidos derribó un satélite en 2008 en respuesta al realizado en 2007 por China.
A pesar de la tensión, Estados Unidos y Rusia han mantenido fuertes lazos en el tema espacial desde el final de la guerra fría, cooperando estrechamente en la EEI, que construyeron juntos.
En Bruselas, Therry Breton tuiteó: “Como comisario encargado de la política espacial de la Unión Europea y en particular de (los programas) Galileo y Copernicus, me uno a las más enérgicas condenas expresadas contra la prueba realizada por Rusia, que llevó a la destrucción de un satélite de órbita baja (Cosmos 1408)”.
Ese ensayo “ha causado una cantidad significativa de escombros de un tamaño que podría poner en peligro las actividades espaciales de la Unión Europea, así como las de nuestros Estados miembros”. Además, supone “gran riesgo para los astronautas que están en la EEI.
“Tal suceso es un aviso de que el espacio es cada vez más disputado y debe convertirse en una dimensión completa de nuestra estrategia de defensa”, concluyó.