Partidarios y opositores al gobierno de Cuba se congregaron ayer, con sus respectivas consignas, frente a la embajada de ese país en México.
Los primeros, más de un centenar, celebraron “un nuevo triunfo de la revolución” este 15 de noviembre, con la reapertura de la isla al turismo internacional tras la pandemia de Covid-19, el retorno presencial a las escuelas y las altas tasas de vacunación.
Exigieron además a Estados Unidos no intervenir en asuntos que sólo competen al pueblo cubano, esto ante las movilizaciones convocadas para ayer en la nación caribeña en contra de la administración del presidente Miguel Díaz-Canel.
En tanto, una cuarentena de disidentes también se apersonaron en la sede de la legación diplomática cubana para manifestarse contra el régimen revolucionario.
Ante la presencia de manifestantes con disímiles posiciones, decenas de policías de la Ciudad de México implementaron un operativo de contención para evitar un posible enfrentamiento.
Los simpatizantes del gobierno cubano dieron muestra de su pericia en los menesteres de la manifestación callejera. Fueron los primeros en llegar y los últimos en irse. Los opositores, de su lado, se retiraron al cumplirse tres horas de movilización.
Antes de la una de la tarde, integrantes de la Asociación de Cubanos Residentes en México José Martí, del Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba y de otras organizaciones llegaron hasta la embajada para sumarse al Festival Cultural por Cuba.
Al ritmo de salsa, son y merengue celebraron que, pese al bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, el pueblo cubano “sigue en pie” y ha superado el Covid-19, esto gracias a las tres vacunas cubanas ya aprobadas y dos candidatas, con las que de acuerdo con cifras oficiales se ha inmunizado a 76 por ciento de la población de ese país.
Después de las dos de la tarde llegó uno de los dos grupos opositores que llamaron a la movilización por redes sociales. Eran alrededor de una treintena de personas. Al filo de las cuatro, se sumó otro contingente de disidentes.
La llegada de éste exasperó los ánimos y generó cierto grado de tensión. Unos metros, a lo sumo seis, y sendas vallas de uniformados eran lo único que los separaban. La situación se quedó en gritos y consignas de uno y otro lados.
A las cinco de la tarde con cinco minutos, los opositores decidieron terminar sus protestas. La contraparte lo celebró.
Olivia Garza, de la Asociación de Cubanos Residentes en México José Martí, condenó “la guerra mediática de cuarta generación que están instrumentado para crear una imagen falsa de que en Cuba hay disturbios sociales y demás, que desencadenen en una invasión militar, que es lo que pretenden grupos mercenarios como Archipiélago”.
En contraparte, Balbina Rey, de la disidencia, calificó su protesta de un “éxito” y aseveró que seguirán las movilizaciones “el tiempo que sea necesario, porque Cuba ya no aguanta”.
Al final, el festival convocado por los simpatizantes cumplió su programa planeado y se prolongó hasta que la noche comenzaba.