Ciudad de México. El desbordamiento del río Tula el pasado registrado el 6 y 7 de septiembre no se debió a las lluvias en esta zona de Hidalgo, sino al “escurrimientos de los ríos, presas y las obras de desagües del Valle de México y del estado de Hidalgo, lo que provocó la inundación”, indica un reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), dado a conocer este lunes.
Esto provocó, entre otras consecuencias, que se inundara el Hospital general de zona No. 5 del IMSS, lo que ocasionó que 16 personas perdieran la vida.
Como parte del reporte se detalla que dos pacientes fallecieron antes de que iniciara el ingreso de agua o se presentaran fallas en el suministro de energía por las inundaciones; seis pacientes con respiración asistida fallecieron entre la 1:11 y la 1:35 horas de ese día; siete pacientes de Covid-19 fallecieron luego de su traslado a la planta alta, y una personas más murió durante el traslado a otro hospital.
“Se logró salvar la vida de 40 de los 54 pacientes que estaban internados al inicio de la inundación. La muerte de estas personas ocurrió a raíz de una concatenación de hechos inesperados, extraordinarios, inevitables e incontrolables para las instituciones y servidores públicos que atendieron los hechos”, se agrega en el informe.
Desde días previos a los hechos (del 2 al 5 de septiembre) se reportaron precipitaciones intensas en el Valle de México y en el Estado de Hidalgo.
Esto provocó “grandes escurrimientos” en la Sierra de Guadalupe; saturación y colapso del drenaje municipal de Ecatepec, inundando subestaciones y equipos de bombeo; la activación del protocolo de operación conjunta del drenaje profundo del Valle de México; el desbordamiento del dren Chimalhuacán y Cartagena, así como incrementos en los niveles de las presas del estado de Hidalgo, provocando derrames.
Se trataron de “hechos sin precedentes en cuanto a su extensión territorial y duración, lo que generó escurrimientos extraordinarios en estos tres estados con descarga hacia el río Tula, dando origen a que se presentara el evento súbito, incontrolable e inevitable del desbordamiento del río”.
Además, la Conagua informó mediante un comunicado de la instalación de una mesa de trabajo con autoridades del Gobierno de Hidalgo y de nueve municipios de la entidad en busca de reducir el riesgo de inundaciones.
El director general de la Conagua, Germán Arturo Martínez Santoyo, recalcó la importancia de establecer mecanismos de diálogo interinstitucionales en los que participen autoridades de los tres órdenes de gobierno, para desarrollar planes de acción a corto, mediano y largo plazo para la operación y mantenimiento de la infraestructura hidráulica.
Para una segunda etapa, propuso una coordinación con las autoridades municipales, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), la Comisión de Agua del estado de México (CAEM) y la Conagua, en busca de una planificación y el desarrollo de un protocolo de operación del sistema hidrológico de la zona.