Minsk. Estados Unidos y la Unión Europea (UE) anunciaron ayer que preparan nuevas sanciones contra Bielorrusia, porque no están convencidos de sus promesas de que trabaja para que los migrantes en su frontera con Polonia “vuelvan” a sus países.
“El cruce ilegal de la frontera está prohibido, se arriesgan a sanciones penales”, repetían ayer los guardias fronterizos polacos por megáfonos a los cientos de migrantes agolpados en el puesto de Brusgui (Bielorrusia), frente a la ciudad polaca de Kuznica, que es parte de la UE.
Entre 2 mil y 3 mil personas, incluidas mujeres y niños, acampan desde hace varios días bajo un frío glacial en la frontera entre ambos países. Intentan entrar en calor apiñándose alrededor de fogatas o envueltos en mantas.
“Estamos aquí, esperando, entre soldados polacos y bielorrusos. No nos dejan ir a ninguna parte”, dijo vía telefónica a la agencia de noticias Afp, Aryan Wali Zellmi, ciudadano kurdo iraquí de 25 años.
La UE acusa a Minsk de provocar esta crisis, al alentar a los migrantes a dirigirse a la Unión Europea, facilitando visas y vuelos, en particular desde Irak, en respuesta a las sanciones occidentales impuestas contra Bielorrusia tras la represión de la oposición en este país.
La UE adoptará nuevas sanciones en los próximos días, aseguró ayer el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Poco después, Estados Unidos también anunció que prepara nuevas sanciones contra Bielorrusia por explotar de forma inhumana los flujos migratorios y por “sus persistentes ataques contra la democracia, los derechos humanos y las normas internacionales”.
La canciller federal alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, hablaron por teléfono con los mandatarios bielorruso, Alexander Lukashenko, y ruso, Vladimir Putin, para ejercer presión sobre ambos. El jefe del Kremlin es el principal aliado del líder bielorruso.
Según la presidencia francesa, Putin prometió hablar con Lukashenko sobre esta crisis migratoria.
El gobierno bielorruso, por su parte, volvió a negar que la actual situación sea su culpa. Citado por la agencia estatal de noticias Belta, Lukashenko manifestó que quería que los migrantes volvieran a sus casas, “pero el problema es que nadie quiere regresar”.
En tanto, Polonia dio a conocer que comenzará a construir un muro a lo largo de su frontera con Bielorrusia en diciembre, con miras a completarlo en la primera mitad de 2022.
La aerolínea bielorrusa Belavia aclaró que sirios, iraquíes, afganos y yemeníes ya no podrán volar desde Dubái a Bielorrusia.
Turquía ya había adoptado una medida similar la semana pasada, tras presiones de la diplomacia europea. La compañía privada siria Cham Wings Airlines también interrumpió sus vuelos a Minsk.