Con todo y zancadillas, finalmente la Cámara de Diputados aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022, el cual prevé erogaciones por 7.8 billones de pesos, monto no registrado con anterioridad, que se orientará, en su mayoría, a programas de fuerte impacto social. Como ejemplo, se registra un aumento de 50.5 por ciento en el gasto para bienestar y 28.6 por ciento al sector salud.
Ésa es la estimación de gasto público para el próximo año, aunque para sufragarlo se requieren ingresos. Pero, en este renglón, ¿cómo le ha ido al país en 2021? El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados analiza el panorama y aporta una serie de elementos que a continuación se detallan.
Al cierre de septiembre pasado, los ingresos presupuestarios sumaron 4 billones 322 mil 258.4 millones de pesos, monto superior al programado para el periodo en 3.5 por ciento. Este incremento deriva de los ingresos no petroleros, en específico de los no tributarios, que registraron ingresos adicionales por poco más de 150 mil millones.
En la clasificación sectorial de los ingresos destaca que los petroleros se ubicaron en casi 687 mil millones, lo que equivale a una reducción de 0.05 por ciento respecto a lo programado; tal disminución fue producto de la caída en la producción de petróleo de 108 mil barriles diarios (-6.1 por ciento) y una reducción de 8.3 por ciento en el tipo de cambio respecto a lo programado para el periodo, que no alcanzó a ser compensado por el incremento en el precio del petróleo de 18.2 dólares por barril.
Esa baja en los ingresos petroleros resultó de menores entradas derivadas del Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo y el ISR aplicado a los hidrocarburos, que se ubicaron en 214 mil 530 millones de pesos, monto menor en 13.2 por ciento respecto al estimado para el periodo de referencia. Los ingresos propios de Petróleos Mexicanos (Pemex) superaron el monto programado en 7.3 por ciento, al ubicarse en 472 mil 390.6 millones.
Comparado con lo obtenido en igual periodo de 2020, los ingresos petroleros crecieron 64.6 por ciento en términos reales. Destaca el incremento de 92.8 por ciento en los ingresos propios de Pemex y el aumento en los ingresos petroleros del gobierno federal de 24.5 por ciento, ambos a valor real, lo anterior derivado del mayor precio del petróleo (69.1 por ciento más, al pasar de 35.5 a 60 dólares por barril, en promedio, para este periodo) y el efecto de la reducción en la carga fiscal para fortalecer la posición financiera de la empresa productiva del Estado en el largo plazo.
Por su parte, los ingresos no petroleros ascendieron a tres billones 635 mil 337.3 millones de pesos, monto superior en 4.2 por ciento respecto a lo programado para el periodo. Comparado con igual lapso del año previo, se reportó una reducción a valor real de 1.1 por ciento.
De acuerdo con esa clasificación, al cierre del noveno mes de 2021 los ingresos tributarios ascendieron a 2 billones 702 mil 217.4 millones, monto superior en 12 mil 670.0 millones, si se compara con lo previsto para el periodo. Destaca la mayor captación del IVA, que se ubicó por encima de sus previsiones en cerca de 117 mil millones.
Con relación a lo obtenido en septiembre de 2020 se registró un incremento real de 2.5 por ciento en los ingresos tributarios. En esta comparación anual destacan el aumento real en el impuesto a las importaciones, IVA e ISR de 16.4, 13.5 y 0.3 por ciento, respectivamente. El resto de los gravámenes registra caídas a valor real. Los ingresos no tributarios se situaron en 307 mil 226.0 millones de pesos, superior a lo estimado.
Muchos números, engorrosos, pero necesarios para saber cómo va el barco y cómo viene el clima para 2022.
Las rebanadas del pastel
Los perritos falderos de Claudio X. González, con los tricolores al frente de los ladridos, amenazan que no aprobarán la reforma eléctrica porque no hubo moches en el presupuesto 2022. Pero, como bien lo dice el presidente López Obrador, de proceder en tal sentido “van a afianzarse como buenos salinistas; es lamentable que un partido que surge de un movimiento revolucionario termine como defensor de saqueadores; van a terminar de demostrar que no representan al pueblo, que representan a las empresas extranjeras y a los que han hecho jugosos negocios al amparo del poder público”.