Glasgow. Las negociaciones climáticas en Glasgow no satisfacen plenamente a todo el mundo, “pero nos hacen avanzar. Es una buena solución negociada”, afirmó ayer a la agencia de noticias Ap, la secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Patricia Espinosa.
“No obtener un acuerdo era el peor resultado posible. Nadie gana”, indicó la mexicana Espinosa, horas después de que cerca de 200 países consiguieron lo que ahora se está llamando el Pacto Climático de Glasgow.
El mundo obtuvo un acuerdo sobre el clima que, según expertos externos, mostró avances, pero no éxito. No logró ninguno de los tres objetivos de la Organización de Naciones Unidas (ONU): compromisos para reducir las emisiones mundiales de dióxido de carbono en aproximadamente la mitad, 100 mil millones de dólares anuales en ayuda climática de los países ricos a los pobres, y la asignación de la mitad de ese dinero al mundo en desarrollo para adaptarse a las consecuencias del calentamiento global.
Un acuerdo climático no logrará por sí solo limitar el calentamiento a 1.5 grados Celsius desde la época preindustrial, el objetivo general de la Cumbre de la ONU para el Cambio Climático (COP26), de acuerdo con Espinosa. Sin embargo, aseguró que sienta las bases al crear un mercado de carbono, lo cual permitirá que fluya más dinero de los países ricos a los pobres, incluso a pesar de que las naciones pobres no quedaron satisfechas y dijeron que es insuficiente.
Por su parte, el primer ministro británico Boris Johnson se dijo satisfecho por la adopción del Pacto Climático de Glasgow, cuyo objetivo es acelerar el combate contra el calentamiento global.
Aunque, reconoció: “Mi alegría ante este progreso está teñida de decepción”, declaró Johnson durante una conferencia de prensa, haciendo referencia a “aquellos para los cuales el cambio climático es ya una cuestión de vida o muerte”.
El papa Francisco exhortó a los líderes políticos mundiales a mostrar coraje y visión de futuro, horas después de culminar la cumbre.