Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) debe renovarse y convertirse en el encargado de combatir la desigualdad y la corrupción. Reiteró que la propuesta que presentó ante el Consejo de Seguridad del organismo busca dichos objetivos, y recalcó que si no se combate la desigualdad será muy difícil afrontar otros problemas, ya que con ello se alienta la violencia, la migración o la destrucción del planeta.
Durante su conferencia de prensa de este lunes en Palacio Nacional, detalló que no abordará el tema en la visita que realizará esta semana Washington, en la que se reunirá con los mandatarios de Estados Unidos y Canadá, y es el embajador de México ante la ONU, Juan Ramón de la Fuente, quien tiene la encomienda de elaborar el proyecto y buscar apoyo con otros países.
Explicó que el plan de Bienestar y Fraternidad será impulsado en la Asamblea General de la ONU, en busca de la aprobación de al menos dos terceras partes.
Al recordar que se estima que hay 750 millones de personas que viven con menos de 2 dólares diarios en el mundo, recordó que su propuesta busca un fondo global para entregar como mínimo 4 dólares diarios a los más pobres del mundo.
“Se podría aplicar este plan de Bienestar y Fraternidad si hay verdadera solidaridad, auténtica solidaridad, si hay humanismo”, subrayó.
El fondo se integraría con tres fuentes de financiamiento: una aportación del 4 por ciento anual de la riqueza de los mil hombres o mujeres más ricos del mundo, con una aportación voluntaria; otro tanto, de las mil empresas de más importancia en el mercado, y una tercer fuente con el 0.2 por ciento del PIB de cada país integrante del G20.
A México le correspondería entregar alrededor de 60 mil millones de pesos, indicó.
“La propuesta es que la ONU se haga cargo de este plan porque nunca han hecho nada trascendente por los pobres de la tierra, y esto es algo concreto. Podría ayudar el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, para crear el mecanismo de dispersión de estos recursos, empezando por hacer un censo para saber dónde están los 750 millones de pobres”.
Una vez concluido el censo, plantea entregar los apoyos de manera directa.
Insistió que la renta que recibirán los beneficiarios representa un apoyo solidario del resto del mundo, de otros seres humanos. “Yo planteé en la ONU que nos vamos a sentir muy bien todos: los beneficiarios, los que donen”.
De lo contrario “va a seguir predominando el egoísmo, el darle la espalda al que sufre, vamos a seguir caminando como enajenados sin ver al prójimo”.
Tras indicar que si hay tanta desigualdad como existe en el mundo “es porque ha predominado un régimen de corrupción y de privilegios” en todas sus expresiones.
Por ello, “la ONU debe de renovarse y ser el organismo mundial que combata la corrupción y que luche contra la desigualdad, y esto es el inicio, es el principio. Es que la verdad insulta, es oprobioso que de la noche a la mañana ya hay un nuevo multimillonario que acumuló no sé cuánto porque fue muy hábil para especular, mientras hay millones de seres humanos que carecen hasta de lo más indispensable”.
Consideró que en un mundo con tanta pobreza es una vergüenza acumular tanto dinero en pocas manos, y que se les ponga como ejemplo a los millonarios en medios de comunicación.