Belgrado. Ante pocas restricciones y baja tasa de vacunación, la pandemia golpea a Europa central y oriental, donde la población totalmente inoculada alcanza 35 por ciento.
En el principal hospital de la capital de Rumania, la morgue no tiene espacios para más muertos desde hace unos días, y médicos búlgaros suspenden cirugías de rutina para atender a pacientes de Covid-19.
La primera ministra serbia, Ana Brnabic, afirmó el mes pasado que no cree en las medidas que existían antes de las vacunas, cuando el país balcánico registró una de sus peores cifras diarias de muertos en la pandemia. “¿Para qué tenemos vacunas, entonces?”
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recién declaró que Europa vuelve a estar en el epicentro de la pandemia. Aunque países de Europa occidental han visto subir sus contagios, en el este aumentan las muertes. Rumania, Bulgaria y los estados balcánicos registraron a principios de noviembre algunas de las tasas de muertes per cápita más altas del orbe, según la OMS.
Expertos dicen que las campañas fallidas de vacunación y unos sistemas de salud mal gestionados y faltos de financiamiento prepararon el terreno para los acelerados últimos brotes. Algunos gobiernos han tomado medidas ahora, pero muchos médicos dicen que han llegado demasiado tarde y no bastan.
Muchos gobiernos en la zona afrontan elecciones pronto, y sin duda eso les hizo reacios a obligar a la gente a vacunarse o imponer impopulares cuarentenas, aun en países ex comunistas que en el pasado impusieron vacunaciones obligatorias o donde los líderes impusieron cierres al inicio de la pandemia.
Aunque la resistencia a las inoculaciones se ha presentado en todo el mundo, muchos en Europa central y oriental tienen tasas especialmente bajas para lugares donde el suministro no es un problema. Bulgaria y Rumania, ambas en la Unión Europea, tienen totalmente vacunada a entre 23 y 35 por ciento de su población. Bosnia y Herzegovina tiene 21 por ciento.
En el principal hospital en Bucarest, los cadáveres se colocaban en un pasillo en días recientes porque no había espacio en la morgue. En una sala de espera se instaló una lona para convertir parte del espacio en unidad de urgencias.
En Serbia, algunos hospitales están tan abrumados que sólo atienden a pacientes de coronavirus, lo que llevó a médicos a criticar a Brnabic, cuyo gobierno afronta elecciones en abril. La gobernante dijo el jueves estar orgullosa de la gestión de su gobierno.
Mientras, las autoridades en el cementerio en Belgrado dijeron que ahora tenían una media de 65 entierros al día, cuando lo normal antes de la pandemia eran entre 35 y 40. Ahora los enterradores trabajan el domingo.
En la vecina Hungría el gobierno dice que preferiría depender de las inyecciones. Con casi 60 por ciento de personas totalmente inoculadas, el país está mejor posicionado que la mayoría de sus vecinos.
Mientras, una campaña de críticos a la vacuna anti-Covid en redes sociales envolvió a la compañía de supermercado más grande de Gran Bretaña, Tesco, después de su anuncio anual de Navidad que presenta a Papá Noel con un pase sanitario, mientras un reportero dice a los espectadores que Santa “debe ser puesto en cuarentena”, si quiere viajar.
Alexander Schallenberg, canciller de Austria, anunció que pondrá en cuarentena a millones de personas que no están totalmente inoculadas a partir de hoy, para encarar un récord de infecciones.
Alemania se prepara para volver al teletrabajo, mientras se superó el hito de 5 millones de contagios.
Israel anunció que los niños de cinco a 11 años serán elegibles para inoculación, mientras el país estudia prohibir los viajes a las naciones de Europa con más incidencia de Covid.
Siria informó que recibió medio millón de dosis de vacunas Sinopharm por parte de China.
En Estados Unidos, el estado de Colorado afronta una renovada crisis de la pandemia con una afluencia de mil 500 pacientes en los hospitales, que representa la mayor cantidad de enfermos en casi un año. En Connecticut, ocho ancianos de un asilo murieron, y otras 89 personas, entre residentes y empleados, dieron positivo.
El saldo mundial por la pandemia es de 253 millones 269 mil 523 contagios y 5 millones 99 mil 867 muertes, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.