Roccela Jonica., La Guardia Costera de Italia salvó ayer a más de 550 migrantes –la mayoría jóvenes y niños procedentes de Egipto–, de la tormenta que afecta el extremo sur de Italia, a medida que los traficantes de personas utilizan cada día nuevas rutas.
Un primer rescate empezó el sábado por la noche y terminó ayer temprano, cuando 303 migrantes, empapados y temblando, llegaron al puerto de Roccella Jonica, en la región de Calabria.
Más tarde, después de que un barco de la policía aduanera italiana avistó otra embarcación pesquera en problemas frente a Calabria, los elementos de la Guardia Costera llevaron a otros 250 migrantes al mismo puerto, reportaron periodistas de la agencia de noticias Ap en Roccella Jonica.
Aunque la mayoría busca llegar a Italia, las autoridades señalaron que un número cada vez mayor de barcos de traficantes que se dirigen a las costas europeas están tomando una ruta que empieza en Turquía y termina en el extremo sur de la península italiana.
Los migrantes, rescatados de embarcaciones inseguras de goma o madera que zarpan del norte de África, generalmente son llevados a Lampedusa, diminuta isla italiana, o al puerto de Sicilia. Pero aquellos que salieron de Turquía son trasladados a Calabria o Apulia, en el “talón” de la bota italiana.
La organización benéfica Resq-ship tuiteó ayer que luego de que avisó a las autoridades sobre una embarcación de madera con 100 migrantes avistada al sur de Lampedusa, el barco de la Guardia Costera italiana los llevó a tierra firme sanos y salvos.
En Roccella Jonica, voluntarios de la Cruz Roja entregaron a los migrantes sandalias, cobijas, alimentos y cubrebocas, como parte de las medidas de precaución por el Covid-19. Las autoridades colocaron una carpa para que sirva temporalmente de albergue, pero se supone que su capacidad es sólo para 120 personas.
En lo que va del año han llegado a Italia 57 mil 833 migrantes vía marítima.