Ciudad de México. Sin límite alguno, motociclistas circulan sobre las banquetas a toda velocidad, en sentido contrario y las utilizan cono estacionamiento aprovechando las obras públicas que se han realizado para ampliarlas, poniendo en riesgo la integridad física de los peatones y sin respetar los semáforos en diversas calles de los perímetros “A” y “B” del Centro Histórico.
Los espacios peatonales que se abrieron hace unos meses gracias a la remodelación de la Avenida Banderas y que ofrecían un paso amplio y seguro para los transeúntes ya no ofrece esa facilidad, comentaron transeúntes al salir de la estación Juárez del Metro.
Lo anterior debido a que si bien los automóviles transitan lentamente por el tramo que va de Artículo 123 hacia la calle de Independencia, “personas que circulan en motos no respetan a los peatones, ni el sentido de la calle, conducen a mucha velocidad y utilizan ambos sentidos del espacio peatonal”, señaló, el señor, Mariano Rodríguez.
Muchos de los motociclistas son distribuidores de alimentos y de otros productos comerciales que van a entregar sus pedidos, indicó.
La situación es más complicada por las noches, horario que también es utilizado por grupos de personas que “ingieren bebidas etílicas y drogas en la vía pública, escandalizando y obstruyendo la vía pública por todas estas situaciones a pesar de las obras de remodelación, la calle de Balderas no es un espacio seguro para los peatones”, indicó Aurelio González.
Esa situación se produce por la afluencia de parroquianos que salen de cantinas, vinaterías y restaurantes de la zona, indica.
No muy lejos de Balderas, en la calle de Dolores en pleno Barrio Chino, sin importar la cantidad de personas que caminan por esta zona peatonal, muchas en familia con niños y adultos mayores, los motocilistas circulan sobre la calle “echando su moto casi encima de la gente para que nos hagamos a un lado y pasen y si alguien les dice algo enseguida nos dicen groserías”.
Sobre esa calle los motociclistas también utilizan como estacionamiento el callejón Cerrada de Dolores, comenta María del Rocío empleada en una tienda de esta zona.