La ubicación estratégica de México al colindar con Estados Unidos y tener salidas a Asia y Europa por medio de sus extensas costas en los oceános Pacífico y Atlántico no ha sido aprovechada en su totalidad. Ante esto, el gobierno federal, con la ayuda de algunos gobiernos estatales y de la iniciativa privada, desarrolla una estrategia que tiene como objetivo revolucionar el transporte marítimo mexicano.
Dicha estrategia tiene dos ejes concretos, el primero es un proyecto insignia de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador: el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec; mientras el segundo fue presentado apenas el viernes con el nombre de Plataforma Logística del Pacífico Mexicano.
A su vez, de acuerdo con diferentes funcionarios involucrados, ambos proyectos apuestan a un importante crecimiento de las exportaciones mexicanas en los siguientes años, sobre todo a Estados Unidos por medio del Tratado México, EU, Canadá (T-MEC); y a Asia con el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TIPAT), compuesto por México y otras 11 naciones.
Medio económico y seguro
No obstante, dichos proyectos también buscan incrementar el cabotaje en México, es decir, el transporte de mercancía entre los diferentes puertos dentro del país.
Al respecto, Ana Laura López, coordinadora general de Puertos y Marina Mercante, de la Secretaría de Marina, señaló que el transporte marítimo tiene un gran potencial en México, pues a pesar de que el país cuenta con 102 puertos y 15 terminales distribuidos en sus 11 mil 500 kilómetros de litorales, sólo 17 por ciento de las mercancías se mueven por mar, esto pese a ser el medio más limpio, económico y seguro.
Por esas razones, apuntó la capitana de altura, la actividad portuaria es un eje fundamental de la economía mexicana y para impulsarla, el actual gobierno trabaja en el mejoramiento de la eficiencia operativa de los diferentes puertos.
Tanto el Corredor Interocéanico del Istmo de Tehuantepec como la Plataforma Logística del Pacífico Mexicano tienen el propósito de erradicar la pobreza en el sur-sureste del país, zona abandonada por gobiernos anteriores, concidieron los principales impulsores de los respectivos proyectos: Rafael Marín Mollinedo, director general del corredor, y Alfredo Ramírez Bedolla, gobernador de Michoacán.
En el caso del Corredor Interoceánico, este se trata de una serie de obras de modernización de infraestructura ferrocarrilera, portuaria, aeroportuaria y carretera en el Istmo de Tehuantepec. Se calcula una inversión de 259 mil millones de pesos, de los cuales 100 mil millones los pondrá el gobierno y el resto la iniciativa privada.
Interés de multinacionales
Con estos recursos se busca conectar de mejor manera los puertos de Salina Cruz, Oaxaca, y Coatzacoalcos, Veracruz, para posteriormente exportar mercancía de manera más rápida a la costa oeste de EU y a los diferentes países de Asia.
Este proyecto que entrará en operaciones en su primera fase en 2022, resaltó Marín Mollinedo, ya ha despertado el interés de la iniciativa privada, pues en las últimas semanas se han entablado reuniones con “10 de las empresas más grandes de EU”, las cuales están analizando la manera de integrarse a las industrias que se desarrollarán en el Istmo.
El Corredor Interocéanico, dijo, potencializará el crecimiento económico de la región sur-sureste del país, lo que mejorará la calidad de vida de su población y, sobre todo, será un elemento clave que ayude a frenar un poco la elevada migración hacia EU en búsqueda de oportunidades laborales que no encuentran en sus lugares de origen.
En tanto, la Plataforma Logística del Pacífico Mexicano presentada el viernes, busca potencializar el comercio nacional e internacional de los 12 puertos que componen la costa del Pacífico, ubicados en Baja California, Baja California Sur, Colima, Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Sinaloa y Sonora.
Erradicar la pobreza en el sur-sureste del país
De acuerdo con Ramírez Bedolla, quien busca que Lázaro Cárdenas sea el puerto concentrador, el plan busca desarrollar el comercio nacional e internacional, dado que conectará el sur-suroeste al centro-occidente y noroeste del país.
La ruta sería a través de los puertos marítimos y posteriormente con una interconexión en el sur-suroeste hacia Centroamérica, lo que desde su punto de vista, servirá para atacar la pobreza que por décadas ha sido la característica de la región.
“La puesta en marcha de esta carretera marítima servirá para incrementar el movimiento de carga en el país; además, ayudará en la reducción de costos de transporte, lo que a su vez traerá aparejada inversión, creación de empleos, derrama económica y mejora en la calidad de vida de la población mexicana de una de las regiones más olvidadas”, puntualizó.