Split. Un autogol en el tramo final del partido certificó el domingo la clasificación de Croacia a la próxima Copa del Mundial al vencer 1-0 a Rusia.
Con su talismán Luka Modric como conductor, los croatas bombardearon al arco ruso desde el vamos pero sin acierto. Los subcampeones del Mundial de 2018 necesitaban ganar para quedarse con el boleto directo del Grupo H y mandar a Rusia a la repesca.
Pero la anotación llegó mediante un inesperado autor a los 81 minutos. El centro del croata Borna Sosa al área no encontró a ninguno de sus compañeros, pero el zaguero ruso Fedor Kudriashov direccionó al balón al fondo de su red al tratar de dominarlo.
Bajo una fuerte lluvia y el fervoroso aliento de sus seguidores, Croacia dominó a base de un vistoso juego de pases. Pero el campo cada vez más anegado imposibilitó mantener ese plan y el trámite pasó a ser uno de centros a la olla, probar suerte con remates desde larga distancia y abundantes faltas.
Croacia evidenció poca pericia frente al arco rival, aunque el portero ruso Matvey Safonov reaccionó bien cuando le tocó ser exigido como cuando repelió un remate combeado de Marcelo Brozovic en el primer tiempo.
Rusia se hubiera clasificado con un empate y se conformó con resistir el asedio durante los 90 minutos. No fue hasta los 74 que ensayaron su primer disparo de algún tipo. El arquero croata Ivo Grbic no tuvo que hacer ninguna intervención.
Aún después del tanto en propia puerta de Kudriashov, lo más cerca que estuvo Rusia de un gol fue con un remate del zaguero Vyacheslav Karavaev que se fue por encima del travesaño.
Fue la primera derrota del técnico ruso Valery Karpin en sus primeros siete partidos al mando.
Eslovaquia quedó en el tercer puesto de la llave al golear 6-0 a Malta. Eslovenia venció 2-1 a Chipre.