En medio del debate sobre los señalamientos del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia las universidades y en particular hacia la UNAM, por las afectaciones del periodo neoliberal a éstas, Diego Valadés, investigador emérito del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la máxima casa de estudios, señaló que vale la pena hacer un análisis introspectivo, preguntarse si las universidades “son absolutamente impolutas y si no hay elementos que puedan dar lugar a críticas”, que en determinados momentos puedan hacerlas vulnerables.
En el seminario “La autonomía universitaria en cuestión”, también expuso la conveniencia de advertir a tiempo que estas instituciones educativas se pueden convertir en un instrumento de la política “y que particularmente pueden ser un argumento utilizado en el debate político entre las fuerzas que en este momento se disputan y se van a disputar el poder en las elecciones de 2022 y, particularmente, de 2024”, y que “de pronto partidos que han tenido una vocación muy conservadora se conviertan en defensores de la autonomía universitaria que no defendieron cuando ésta era exigida” por su propia comunidad.
Por su parte, Imanol Ordorika, director general de Evaluación Institucional de la UNAM, manifestó que “no es raro ni será la primera vez” que la máxima casa de estudios y las universidades en general “sean parte de la disputa política nacional”.
Destacó que frente a los señalamientos del presidente López Obrador, la mejor defensa que se puede hacer desde la universidad es reconocer “nuestra politicidad interna, abrir procesos necesarios de transformación, nos regimos por leyes y normas muy anticuadas que no corresponden al México ni a la universidad que tenemos hoy en día, y tenemos que asumir una visión progresista, no defensiva, de la autonomía”.
En el seminario organizado por el Instituto de Investigación Educativa de la Universidad de Guadalajara, Roberto Rodríguez, investigador del Instituto de Investigadores Sociales de la UNAM, expuso que actualmente en el país se tienen 41 instituciones de educación superior (IES) autónomas por ley, de las que 39 son universidades. “Este conglomerado contiene 1.7 millones de estudiantes de licenciatura y posgrado, lo que representa 36 por ciento del total nacional”.
En 2000, agregó, “los estudiantes en IES autónomas constituían 46.5 por ciento del total nacional y en 1990 dos terceras partes, es decir, en los últimos años el sector autónomo ha perdido representatividad, lo que es un indicador del escaso interés gubernamental de mantener este modelo como vía estratégica del sistema educativo nacional”.