Investigadores de diversos campos de las ciencias sociales destacaron la urgente necesidad de transformar el paradigma “eurocentrista impuesto desde hace más de tres déca-das en la política pública de ciencia y tecnología en México”.
En el seminario virtual Transición y cambio de paradigmas en la política nacional de HCTI, convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Rafael Pérez-Taylor, profesor-investigador del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, destacó que la ciencia “siempre es política. Cuando se trabaja en la búsqueda y el encuentro de nuevos conocimientos, se hace política”.
Por ello, destacó el proceso de “vasallaje” académico que se enfrenta desde mediados del siglo XX cuando la ciencia “se puso al servicio de los intereses de las empresas y comenzó una alianza de sectores del mundo privado con ciertas academias de investigación y gobiernos para dar un viraje hacia una investigación tecnocrática y a convertir a la ciencia en una mercancía”.
Humberto Ortega-Villaseñor, investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guadalajara, destacó la necesidad de generar nuevos horizontes “menos conformistas y malinchistas” de la ciencia en México, que ha llevado a negar la importancia de los conocimientos desarrollados en los países de la región y por los pueblos originarios.
John Ackerman, profesor -investigador del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM, rechazó que la propuesta de la actual administración federal para canalizar los esfuerzos del Estado hacia la resolución de los grandes problemas nacionales, “sea una imposición o una dominación sobre las agendas de investigación, cuando lo que se busca es justamente lo contrario, es abrir las puertas a la imaginación y la creatividad de los científicos para atender los problemas reales de la humanidad”.