Nueva York. La Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó ayer una resolución que declara que las elecciones presidenciales del 7 de noviembre en Nicaragua “no fueron libres, justas o transparentes, y carecen de legitimidad democrática”. La votación fue de 25 votos a favor, el único voto en contra de Nicaragua y siete abstenciones, incluida la de México.
En tanto, el gobierno de México llamó a consultas a su embajador en Nicaragua, Gustavo Alonso Cabrera, luego de que expresó al gobierno de ese país sus preocupaciones por el proceso electoral.
La resolución, aprobada al final de la 51 Asamblea General, pide instruir al Consejo Permanente de la OEA que analice la situación que vive el país centroamericano, realice un informe antes del 30 de noviembre y entonces se tomen “acciones apropiadas”.
Los 25 votos a favor fueron de El Salvador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay, Venezuela, Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica y Ecuador. Solo votó en contra de la resolución Nicaragua; mientras que hubo siete abstenciones: Honduras, México, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Belice, Bolivia y Dominica. San Cristobal y Nieves fue el único ausente en la votación.
El documento afirma que las elecciones que dieron la relección para cuarto mandato consecutivo al presidente Daniel Ortega el domingo “no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”. Nicaragua ha “ignorado todas las recomendaciones de la OEA”, afirman, y agregan que las iniciativas diplomáticas llevadas a cabo por el organismo para promover la democracia en el país “no han tenido éxito por haber sido ignoradas” por el gobierno del país.
Managua solicitó el derecho de réplica para afirmar que las elecciones fueron “libres” y pedir “respeto”. Cuando le llegó el turno a su país, su representante, Michael Campbell, recalcó: “Nicaragua, señor presidente, merece respeto, no sanciones ni amenazas, no bloqueos ni actitudes belicosas”.
Postura de México
Luz Elena Baños, representante permanente de México ante la OEA, señaló que hay especial preocupación “en lo que hace a la libertad de expresión y a la participación política de su ciudadanía”. Añadió que México no ha apoyado “decisión alguna en el seno de la OEA que esté encaminada a aislar, intervenir o imponer algún tipo de sanción a un Estado miembro”, pues “la experiencia ha demostrado la ineficacia de las políticas de aislamiento”.
“México reitera su firme compromiso con los derechos humanos, así como con los procesos electorales plenos, pilares indispensables de cualquier democracia”, dijo Baños.
(Con información de Arturo Sánchez Jiménez)