La Paz. El gobierno de Bolivia responsabilizó a dirigentes cívicos opositores de Santa Cruz y Potosí por la muerte del joven campesino indígena Basilio Titi, según reportaron ayer medios locales.
La ministra de Presidencia, María Nela Prada, señaló al dirigente cívico cruceño Rómulo Calvo y al líder cívico de Potosí, Juan Carlos Manuel, por este hecho violento perpetrado en el contexto del aniversario independentista de Potosí, tras un ataque a campesinos por grupos afines al Comité Cívico Potosinista. Mencionó que ambos deberán responder por estas acciones.
Recordó que este opositor habló públicamente de “tumbar al presidente constitucional del Estado”, y consideró que con ello Calvo ratifica una vez más su ser golpista, antidemocrático, racista y de total desconocimiento de las decisiones del pueblo, que eligió democráticamente en 2020 a Luis Arce para gobernar el país.
Calvo anunció ayer por su parte que comenzó el quinto día del paro cívico (convocado a partir del 8 de noviembre contra el gobierno) y será el último día de abastecimiento; “luego no se mueve nada”, sostuvo.
El ministro boliviano de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, advirtió que el paro opositor en el departamento de Santa Cruz, en su quinta jornada, ocasionará daños económicos y desabasto de combustible.
A su vez, el ministro de Educación, Adrián Quelca, anunció ayer su renuncia luego de ser imputado formalmente por la fiscalía en un proceso por tráfico de influencias y otras presuntas irregularidades administrativas.