Nueva York. La directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore, denunció ayer que bebés de 20 días de edad son entregadas en matrimonio en Afganistán para que sus familias puedan sortear las dificultades económicas, en el contexto de un aumento generalizado del riesgo de casamientos forzados para las jóvenes del país.
“Incluso antes de la reciente inestabilidad política, los socios de Unicef registraron 183 matrimonios infantiles y 10 casos de venta de niños y niñas durante 2018 y 2019, tan sólo en las provincias de Herat y Baghdis. Los niños y niñas tenían entre seis meses y 17 años”, según Fore.
De acuerdo con los datos de la agencia de Naciones Unidas, una cuarta parte de las mujeres de entre 15 y 49 años se han casado antes de los 18 años en un país donde la crisis alimentaria y el inicio del invierno agravaron la situación de las familias. El año pasado, casi la mitad de la población de Afganistán era tan pobre que carecía de nutrición básica o agua potable.
La situación económica extremadamente grave en Afganistán está llevando a más familias a pobreza más profunda y obligándolas a tomar decisiones desesperadas, como poner a los niños y niñas a trabajar y casar a las niñas en edad temprana.
Además, como a la mayoría de las adolescentes, todavía no se les permite volver a la escuela en espera de que los talibanes concreten sus planes educativos tras haber conquistado el país a mediados de agosto, el riesgo de matrimonio infantil es ahora aún mayor.
De momento, el Unicef trabajará con los líderes religiosos para asegurarse de que no estén involucrados en el Nekah (contrato matrimonial) para las niñas, pero también ha llamado a las autoridades talibanes para que “tomen medidas concretas para apoyar y salvaguardar a las familias y niñas más vulnerables”.