La peor recesión económica en México, que fue provocada por el Covid-19, ocasionó un “fuerte golpe” a la inclusión financiera durante 2020, pues sus niveles retrocedieron dos años, según un estudio de Citibanamex.
Al presentar la cuarta edición del Índice de Inclusión Financiera, Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera de la institución bancaria, señaló que es la primera ocasión que se observa una reducción, la cual fue provocada por la contingencia sanitaria.
Sergio Kurczyn, director de Estudios Económicos de Citibanamex, apuntó que 2020 se caracterizó por la peor recesión económica del país, pues se contrajo la economía 8.3 por ciento.
Criticó el manejo económico realizado por el gobierno mexicano, pues no hubo apoyo para las pequeñas y medianas empresas y para las familias.
“La inclusión financiera registró un fuerte golpe, pues se vieron afectadas las transacciones en terminales punto de venta, tarjetas de crédito, crédito total, cuentas de ahorro, transacciones en cajeros automáticos y las sucursales de la banca comercial”, señala el estudio.
“Prácticamente regresamos a 2018 en la mayoría de los indicadores, por el lado de la oferta se siguen generando puntos de acceso a los servicios financieros”, dijo Ordaz.
Señaló que la Ciudad de México, Nuevo León, Quintana Roo y Baja California Sur se mantuvieron como entidades con alta inclusión financiera, pero en 2019 eran siete estados.
Las entidades que siguen manteniendo rezagos en materia de inclusión financiera son Chiapas, Oaxaca, Zacatecas, Guerrero y Tlaxcala, aunque ésta última retrocedió luego de ubicarse en un mejor nivel en el estudio anterior.
“Consideramos que la crisis económica y de salud que imperaron en 2020 profundizaron la desventaja en materia de inclusión financiera en algunas de estas entidades”, señala el estudio.
Mencionó que por el lado de los municipios, únicamente 77 son los que tienen una muy alta inclusión financiera, cuando anteriormente eran 86. “Estos representan 3.1 por ciento del total en el país, pero como vemos, ahí se concentra una tercera parte de todo el producto interno bruto (PIB) de México”.
“La mayor inclusión financiera tiene efectos en la reducción de la pobreza, favorece el consumo de los hogares, permite el acceso al crédito y da capacidad para poder incrementar el patrimonio... Por eso es positiva”, puntualizó.