Glasgow. Subvencionar las energías fósiles es una "locura", lanzó el estadunidense John Kerry en la COP26, que este viernes se prolongó más allá de su final previsto buscando un acuerdo para reducir la dependencia de carbón e hidrocarburos y financiar más a las naciones desfavorecidas.
"Tenemos que ver dinero sobre la mesa para ayudar al mundo en desarrollo a realizar los cambios necesarios" y "tiene que ocurrir en las próximas horas", urgió el anfitrión de la conferencia, el ministro británico Boris Johnson, durante una visita en el sureste de Londres.
Mientras tanto, en Glasgow, los delegados de 194 países, reunidos desde el 31 de octubre, seguían buscando cómo desarrollar y cumplir los compromisos del Acuerdo de París.
Este pacto histórico fijó en 2015 el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global por debajo de +2 ºC a finales de este siglo respecto a la era preindustrial, e idealmente al más seguro +1.5 ºC, para evitar las devastadoras catástrofes naturales que implica cada décima de grado adicional.
Cuando llegó el fin previsto de la conferencia, fijado oficialmente a las 18:00 GMT, seguía sin haber acuerdo, por lo que, como en años anteriores la negociación se prolongó hacia lo que se anunciaba como una muy larga noche de contactos.
"Definición de la locura"
Uno de los grandes temas pendientes son los 100 mil millones de dólares anuales prometidos desde 2009 a las naciones en desarrollo. No solo en 2021 esto seguía sin cumplirse sino que ahora gran número de países pide mucho más, sumas que van hasta 1.3 billones de dólares al año.
Entre los observadores, Vanessa Pérez-Cirera, responsable de la oenegé ecologista WWF, sugirió por ejemplo que para reunir esta suma "se supriman los billones que se gastan anualmente en subvencionar los combustibles fósiles".
Ante la asamblea plenaria, Kerry, enviado especial para el clima, denunció precisamente los "billones de dólares en subsidiar los combustibles fósiles" gastados por Estados Unidos "en los últimos cinco o seis años".
"Eso es la definición de la locura", afirmó el diplomático, cuyo país volvió a la negociación este año de la mano del presidente Joe Biden tras su repliegue durante el mandato de Donald Trump. "Esos subsidios tienen que desaparecer", urgió.
Además de subsidiar a las compañías petroleras, el gobierno federal estadunidense impone luego un impuesto a los consumidores, con el que en 2016 recaudó más de 36 mil millones de dólares, según datos del Departamento de Transporte.
Desarrollar el Acuerdo de París
Buscando un acuerdo, un segundo borrador de resolución, publicado por la mañana, pidió a los países "la supresión progresiva de la energía producida con carbón sin mitigación y de las ineficaces subvenciones a los combustibles fósiles".
Las centrales eléctricas a base de carbón "sin mitigación" son aquellas que no utilizan tecnología de captura de CO2 para compensar parte de los gases que emiten a la atmósfera.
Se trata de una mención sin precedentes a estos combustibles, ampliamente responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento del planeta.
Sin embargo, su formulación es más suave que la del primer borrador, que pedía simplemente "acelerar el abandono del carbón y la financiación de los combustibles fósiles".
Más ambición para 2022
Lamentando que "el borrador revisado haya retrocedido en áreas claves", Pérez-Cirera se congratuló de que "el aumento a corto plazo de los compromisos climáticos para 2022 siga figurando en el texto, aunque todavía sea insuficiente para el objetivo de +1.5 ºC".
Según un mecanismo establecido en 2015, los países deben revisar sus objetivos cada cinco años, la próxima vez en 2025.
Pero, desde su llegada a Glasgow, las naciones más vulnerables insistieron en que las revisiones se hagan anualmente.
El primer borrador de resolución, publicado el miércoles, llamó a los países a "revisar y fortalecer" sus planes de descarbonización para el próximo año.
Hay que hacer más
Las emisiones de gases de efecto invernadero desde la Revolución Industrial ya provocaron un aumento la temperatura de +1.1 ºC y sus caóticas consecuencias, incluidas sequías e inundaciones, no harán más que agravarse provocando el surgimiento de millones de refugiados climáticos, advierten los expertos.
En los primeros 10 días de la COP26 no cesaron de llover pomposos anuncios: nuevos objetivos de India -cuarto emisor mundial-, promesas de cesar la deforestación en 2030 y emitir 30 por ciento menos de metano, gas con 80 veces más efecto invernadero que el CO2.
Incluso China y Estados Unidos, primer y segundo emisores mundiales, acordaron inesperadamente reforzar conjuntamente la lucha contra el cambio climático pese a sus profundas desavenencias en otros campos.
Sin embargo, la ONU advirtió que con todo esto el planeta sigue encaminado a un "catastrófico" calentamiento de +2.7 ºC y que se debe hacer más.