La actividad industrial en México se resintió ante los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la presión de la inflación en septiembre, por lo que cayó más de lo esperado por analistas.

De acuerdo con el Indicador Mensual de la Actividad Industrial, que calcula el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la producción industrial registró una caída en términos reales de 1.4 por ciento en septiembre, lo que representó su peor caída mensual desde abril de 2020, el primer mes de impacto por la pandemia, cuando se desplomó 25.1 por ciento. El indicador se ubicó en 97.3 puntos, nivel similar al de 2011.

Después de no haber reportado crecimiento en agosto, la actividad industrial del país, que explica el 31.4 por ciento del PIB nacional, estuvo afectada por los descensos mensuales desestacionalizados de tres de las cuatro actividades económicas que la componen.

El sector de la construcción retrocedió 1.4 por ciento, luego de dos meses de avances; el de las manufacturas cayó 1.3 por ciento en septiembre, su segundo descenso mensual consecutivo, y la generación de electricidad, suministro de agua y gas descendió 1.1 por ciento en el periodo de referencia, la segunda caída al hilo. Mientras la minería sólo creció 0.1 por ciento, tras tres caídas mensuales consecutivas.

Según datos del Inegi, la producción industrial registró en el noveno mes del año su peor caída desde que se abrió nuevamente la economía y se encuentra 5.1 por ciento por debajo de sus niveles prepandemia.

Las áreas de análisis económico esperaban un retroceso de la actividad industrial de entre 0.2 y 0.8 por ciento mensual, debido a la caída en el sector de la construcción y la manufactura. A tasa anual, pronosticaron que la actividad denominada secundaria habría crecido entre 3.2 y 3.9 por ciento.

Escasez de insumos

El Inegi precisó que la actividad industrial registró un avance de 1.7 por ciento en septiembre con respecto al mismo mes de 2020, su séptimo registro positivo anual consecutivo. La generación de electricidad y las manufacturas retrocedieron 3.4 y 0.5 por ciento, respectivamente de manera anual. Minería y construcción subieron 2.0 y 9.2 por ciento, en ese orden en el periodo de referencia.

Durante el tercer trimestre de 2021, la actividad industrial del país cayó 0.4 por ciento frente al segundo cuarto del año. La construcción fue la única actividad que reportó crecimiento de 0.4 por ciento en el periodo julio-septiembre; minería, generación de electricidad y manufactura registran un descenso trimestral de 0.6, 06 y 0.3 por ciento, en ese orden.

Según el dato preliminar del producto interno bruto (PIB) que dio a conocer el Inegi hace unas semanas, la economía mexicana cayó 0.2 por ciento en el tercer trimestre del año, por lo que el dato podría ser revisado a la baja, luego de la cifra de la actividad industrial, prevén analistas.

En la industria automotriz, por ejemplo, las plantas de ensamble permanecen varados a la espera de semiconductores. Pero las consecuencias de la escasez de materias primas se resintieron en casi todos los sectores productivos.