Oaxaca, Oax., Ante la persecución de la que ha sido objeto en días recientes, la caravana por la justicia, la dignidad y la libertad del pueblo migrante acordó no detener su marcha en la Ciudad de México, como lo tenía programado, sino dirigirse directamente a la frontera con Estados Unidos en el estado de Sonora.

La madrugada de este martes los cerca de 4 mil integrantes de este contingente continuaron adentrándose en territorio oaxaqueño y pasaron del municipio de Chahuites hasta San Pedro Tapanatepec, sitio al que arribaron tras un recorrido de más de 11 kilómetros y tres horas aproximadamente; después de descansar, alrededor de las 17:30 continuaron su marcha hasta la agencia El Jícaro, en Tapanatepec.

Durante el trayecto, unas 300 personas se fueron “entregando” a trabajadores del Instituto Nacional de Migración (INM).

Irineo Mujica, coordinador de la organización Pueblo Sin Fronteras, señaló que esto forma parte de un montaje del gobierno federal, que trata de engañar a los centroamericanos que integran la caravana.

Explicó que muchos de los que se han entregado al INM no son conocidos por los participantes de esta caminata, pues son traídos desde Ciudad Ixtepec, donde habitan, para realizar el montaje y así tratar de convencer a otros para que hagan lo mismo, con la promesa de darles una visa migratoria,

Desafortunadamente, dijo, hay personas que se han dejado engañar por las trampas del gobierno federal y han sucumbido en busca de obtener esta documentación, misma que les es negada y al final son repatriados. Los que se han entregado, añadió, son llevados a la instalación migratoria de Arriaga, Chiapas, donde los mantienen aislados e incomunicados.

Acusó la falta de humanidad de los integrantes del Grupo Beta y de la Guardia Nacional, quienes en todo momento violentan los derechos humanos de los miembros de la caravana, sobre todo cometiendo vejaciones en contra de mujeres y niños.

Mujica agregó que avanzarán hasta Coatzacoalcos, Veracruz, donde se unirán a una segunda caravana y de ahí partirán el próximo 18 de noviembre hacia la frontera en Sonora; en esta ocasión, dijo, se trata de que todos en Estados Unidos y México los vean, y más aún: “es un posicionamiento para demostrar que existimos y que reconozcan nuestros derechos”.